Históricamente, la comprensión de los suelos y la evaluación de su calidad y de su función para el establecimiento de sistemas productivos ha sido adquirida a partir de análisis físicos y químicos de rutina, que en el caso de manejo sitio específico son dispendiosos, demorados y requieren de una inversión alta, para determinar previmiente la variabilidad espacial del suelo. Además, el uso de reactivos químicos en estos análisis genera residuos, que causan contaminación ambiental. Esto, asociado a que algunas propiedades químicas del suelo, son cambiantes en el tiempo y heterogéneas en el espacio, dificultan aún más el análisis espacial y temporal, por el elevado número de muestras requeridas para un completo conocimiento de la dinámica del suelo (Plant, 2001). Existe una convergencia mundial para el desarrollo de metodologías económicas y rápidas para la realización de los análisis del suelo (Shepherd y Walsh, 2007), que ayudan, por ejemplo, al monitoreo ambiental (Okin y Painter, 2004), modelaje de procesos biológicos o en la producción agrícola, sistema productivo conocido como agricultura de precisión o manejo localizado (Viscarra Rossel et al., 2006; Tittonel et al., 2008). La espectroscopia de reflectancia es una alternativa que se puede utilizar para reforzar o sustituir los métodos convencionales de análisis de suelos, técnica que se ha desarrollado en las últimas dos décadas, superando algunas limitaciones y ganando una mayor diversidad de metodologías estadísticas robustas que consiguen relacionar de una forma más precisa la variabilidad del espectro con la variabilidad de las propiedades del suelo. La espectroscopia del suelo es rápida y oportuna, menos dispendiosa, no destructiva, sencilla y en ocasiones más precisa que los análisis convencionales, fortalecida por el uso de otras técnicas como la estadística multivariada y la geoestatística (Tittonel et al., 2008). Las técnicas envueltas en el uso de la espectroscopia de suelos son ajustables para su uso por parte de investigadores, técnicos y agricultores, lo que la hace una alternativa adecuada para el estudio de la variabilidad espacial de las propiedades del suelo, así como de las características y desarrollo de los cultivos. Lo novedoso de esta tecnología es que un único espectro permite caracterizar simultáneamente diversas propiedades del suelo.