El fósforo (P) es un nutriente esencial para la planta y su deficiencia es uno de los mayores limitantes en la producción agrícola mundial (Vance et al., 2003). Las plantas adquieren el fósforo como anión fosfato (Pi) de la solución del suelo, y aunque el total de P en el suelo pueda ser relativamente alto, frecuentemente se presenta baja disponibilidad de Pi en la rizósfera. La baja disponibilidad del anión fostato (< 10µM), es consecuencia de su baja movilidad en el perfil del suelo y de los procesos de fijación que ocurren en condiciones de acidez o alcalinidad (Mimura, 1995; Vance et al., 2003; Bucher, 2006). Esta condición está relacionada con deficiencias de P, que causan estrés en la planta. Sin embargo, es importante precisar que los niveles de respuesta a condiciones de estrés dependen de la especie y de la edad de la planta (Larcher, 2003). Como respuestas adaptativas al estrés por fósforo, las plantas han desarrollado complejos mecanismos para acceder al escaso fósforo disponible en la rizósfera, dentro de los que se destacan: (1) alteraciones en la arquitectura de la raíz, (2) habilidad para modificar la disponibilidad de nutrientes en la rizósfera, con la producción de exudados, 3) Eficiencia en la toma de nutrientes a través de la membrana plasmática mediante la modificación de la expresión de las proteínas transportadoras de Pi y (4) El establecimiento de asociaciones simbióticas con hongos formadores de micorrizas arbusculares (HFMA) (Gianinazzi-Pearson et al., 1989; Miller et al. 1995; Harrison et al., 2002; Karandashov et al., 2004; Nagy et al., 2005; Bucher, 2006; Smith & Read, 2008; Schnepf et al., 2008). La agricultura moderna debe considerar nuevas posibilidades en el uso eficiente de fósforo, dentro de las cuales las asociaciones simbióticas con HFMA son una valiosa alternativa porque involucran varias estrategias adaptativas de la planta, como: alteraciones en la arquitectura de la raíz (micorrizas), capaces de sobreponer las zonas de agotamiento de Pi aumentando el volumen de suelo explorado; modificaciones a nivel de la rizósfera que posibilitan la interacción con otros microorganismos benéficos del suelo (bacterias fosfato solubilizadoras de Pi); y mejoras en la habilidad de la planta en la adquisición de Pi, translocación y transporte de iones fosfato hacia la planta, mediante la participación de proteínas relacionadas con el transporte de Pi (Harrison et al., 2002; Karandashov et al., 2004; Nagy et al., 2005; Bucher, 2006). La proteómica proporciona una poderosa aproximación para dilucidar los mecanismos moleculares involucrados en la adaptación de plantas al estrés (Salekdeh, 2007). La identificación de proteínas relacionadas con los mecanismos de adaptación a deficiencias de Pi es parte de la estrategia de investigación en el presente proyecto.