El trofoblasto es un grupo de células que forman la capa externa del blastocito, provee nutrientes al embrión y se desarrolla como parte importante de la placenta. Este se forma durante el primer trimestre de embarazo y está compuesto por células invasivas, erosionantes y metastásicas de la placenta; por medio del trofoblasto se logra la implantación del embrión al endometrio uterino, aunque estas células no llegan a ser incorporadas ni al cuerpo materno ni al fetal. El trofoblasto comparte muchas características con células malignas como el alto nivel de proliferación celular, falta de inhibición por contacto celular, propiedades de migración e invasión y capacidad para escapar de efectores del sistema inmune, por lo cual muchas veces se le denomina “seudo-maligno” o “fisiológicamente metastático”. Investigaciones realizadas en las últimas décadas se encuentran en línea con la hipótesis según la cual el trofoblasto y las células cancerosas usan mecanismos similares implementados por circuitos moleculares idénticos para llevar a cabo sus procesos de proliferación, migración invasión. No obstante, estos procesos se encuentran estrechamente controlados, de tal forma que se obtiene un bajo crecimiento después de la diferenciación del proliferante a invasivo, y la capacidad migratoria e invasiva está regulada espacial y temporalmente; todo esto conduciendo a que células trofoblásticas de placenta a término tengan una capacidad proliferante e invasiva reducida. La enfermedad trofoblástica gestacional (ETG) comprende un espectro de tumores interrelacionados surgiendo de un desarrollo anormal del tejido trofoblástico. Esta enfermedad varía de relativamente benigna como la mola hidatidiforme (completa y parcial) hasta maligna como la mola invasiva y el coriocarcinoma. La incidencia de la enfermedad en Colombia es de 1 en 300 partos, superior al promedio mundial (1 en 1000) y alrededor del 10 al 20% de las pacientes con mola desarrollan coriocarcinoma, un cáncer que progresa muy rápidamente con consecuencias fatales. Las bases moleculares del origen de la enfermedad o de su pronóstico se desconocen en su mayor parte debido a la falta de modelos experimentales adecuados. Un estudio anterior en nuestro laboratorio donde se investigó la expresión de genes del sistema IGF (Factores de Crecimiento Similares a la Insulina) en pacientes con ETG, demostró la sobre-expresión de IGF-II y del receptor IGF-IR en los tejidos tumorales y suero de pacientes con mola en comparación con tejido de aborto]. Este hallazgo indica la presencia de alteraciones en el sistema IGF, que pueden ser esenciales en la progresión y transformación a estados invasivos y metastáticos, esto es el coriocarcinoma, además utilizando la línea celular de coriocarcinoma JEG-3 se pudo establecer que tanto IGF-I como IGF-II estimulan la proliferación, migración e invasión celular.