Aunque el manejo de malezas hace muchos años ha sido importante en cultivos agrícolas, sistemas de producción forrajera y plantaciones agroforestales, actualmente se reconoce que los métodos de control en cualquier sistema de producción deberán ser económicos, amigables y sostenibles ambientalmente. Para cumplir con estos requerimientos deberán reconocerse algunos principios fundamentales como: conocimiento de la vegetación presente y su dinámica, protección de la erosión del suelo, pérdida de fertilidad, y manejo sostenible de malezas. Sin embargo, en la medida en que se intensifica la presión de los sistemas de producción a través de la introducción de nuevos cultivos, probablemente más rentables en lo económico, manejo de la preparación del suelo, manejo de la fertilización, progresivamente se van incrementando los problemas con malezas y los mecanismos de control se dificultan, se hacen más complejos y finalmente deberán focalizarse en el control químico. Por esta razón se requiere un amplio conocimiento tanto de la vegetación nativa y de las posibles malezas introducidas e iniciar el planteamiento de esquemas de posible control que integren todas las alternativas.