Actualmente cerca del 23% de la población mundial habita en regiones costeras y se cree que para el 2030 el 50% de la población mundial lo hará (Adger et. al., 2005). Estas poblaciones están expuestas a peligros naturales tales como inundaciones costeras, tsunamis y huracanes, los cuales al parecer están incrementando su frecuencia (Knutson et. al., 1998). Si bien la tecnología para el pronóstico de estos fenómenos ha avanzado considerablemente y se dispone de herramientas que permiten conocer su comportamiento en tiempo y espacio, estos fenómenos generalmente se convierten en desastres debido a las condiciones de riesgo creciente a las que están expuestas estas comunidades.
Pero si la tecnología para el pronóstico de este tipo de hechos ha avanzado tanto y si se conocen los comportamientos en tiempo y espacio de muchos de estos eventos naturales, porque siguen ocasionando tantas perdidas humanas y materiales? La presente propuesta de investigación se basa en la idea de que un hecho natural en sí no necesariamente produce desastres, son los procesos socioeconómicos y ambientales que caracterizan a una comunidad los que la hacen vulnerable a eventos naturales y por tanto son las que ocasionan que un hecho relativamente esperado se traduzca en un desastre natural.
Los desastres son hechos consumados, expresados en la materialización de las amenazas sobre contextos vulnerables. Los desastres se presentan como resultado de la concreción de los procesos de riesgo y, en consecuencia, el riesgo se convierte en el elemento sustancial tanto para entender cómo se construyen los desastres, como para determinar los elementos sobre los cuales debemos incidir para evitar o reducir sus efectos (Lavell, 1997 b.).
El Caribe colombiano, conformado por los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Sucre, Córdoba, Magdalena, La Guajira y el archipiélago de San Andrés y Providencia, enfrenta anualmente épocas de verano intenso, que aunque son relativamente conocidas, se materializan en inundaciones, pérdida de cosechas y de muchas vidas debido principalmente a las condiciones de riesgo que caracterizan a estas comunidades. Los huracanes, aunque históricamente no han sido muy frecuentes en el Caribe colombiano, afectan significativamente las regiones insulares del país, que en general no están preparadas para enfrentar estos hechos. El paso del huracán Beta por las islas de San Andrés y Providencia, aunque no dejó víctimas fatales, evidencia esta afirmación.
La investigación propuesta intenta evaluar en que medida se ha impuesto la cultura del riesgo en las poblaciones del Caribe, con especial énfasis en el caso de Providencia, mediante la evaluación de los procesos de preparación de estas comunidades para enfrentar los eventos naturales y de la pertinencia de la política estatal, es decir si realmente ha sido efectiva para prevenir los desastres o se ha concentrado más en mitigar las consecuencias del fenómeno natural. A través de la caracterización de las condiciones socioeconómicas y ambientales, mediante información secundaria, que determinan la vulnerabilidad en los departamentos que integran la costa Caribe colombiana -continental e insular- se busca evaluar el grado de prevención social y la gestión estatal ante el riesgo en esta región.
El análisis específico del caso Providencia se centra en el estudio del impacto del huracán Beta en ecosistemas estratégicos de la isla y la valoración de sus repercusiones a nivel social y económico.
La investigación se desarrolla en cinco fases. 1. La primera consiste en identificar los eventos naturales periódicos característicos de cada departamento Caribe y señalar las condiciones socioeconómicas y ambientales que favorecen la ocurrencia de un desastre en estos lugares, 2. Luego se hace un ranking de los municipios más vulnerables frente a los eventos identificados teniendo en cuenta entre otros aspectos la cuantificación histórica de las pérdidas económicas y la sensibilidad de los ecosistemas. 3. Se sigue con el análisis de los instrumentos estatales utilizados para prevenir y mitigar estos hechos, 4. Estudian los aspectos mencionados en los numerales anteriores en el caso específico de Providencia en el contexto del huracán Beta y centrando el análisis en los impactos sociales y biológicos de este evento natural. 5. Finalmente continuar proponiendo alternativas de solución o medidas de política que permitan reducir las condiciones de riesgo.
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