Una de las entidades patológicas que con mayor frecuencia afecta la función músculo esquelética de los individuos es
la osteoartrosis originada por el deterioro funcional del cartílago articular. Diversos estudios han demostrado que las
fuerzas ejercidas sobre el cartílago pueden modificar su estructura y composición, lo que resulta en un cambio en el
comportamiento biomecánico del mismo. Los tejidos blandos, denominados hidratados, como los cartílagos, tienen un comportamiento altamente compresible correspondiente a un material bifásico saturado con la posibilidad de
evacuación del fluido. La circulación del fluido intersticial en estos tejidos es determinante tanto en sus propiedades
visco-elásticas como en el mecanismo de lubricación, siendo necesario contemplarlas en el modelado del
comportamiento de este tipo de tejidos. La simulación de este tipo de comportamientos evolutivos permite establecer
predicciones sobre procesos que pueden durar años y cuya evaluación experimental es muy costosa y a veces
imposible. En la actualidad se está haciendo un relevante esfuerzo multidisciplinar entre biólogos, médicos e
ingenieros para establecer modelos mecano-biológicos fiables y útiles en la práctica clínica. Éstos permitirán
conseguir un mejor entendimiento de los patrones de comportamiento de los tejidos vivos, de la influencia de
patologías determinadas y del efecto de fármacos sobre un proceso celular determinado, y con ello establecer
comparaciones, predecir efectos secundarios o plantear protocolos de experimentación de una forma más general y
menos costosa1. Desde este punto de vista este trabajo pretende diseñar, y validar un modelo matemático que permita
entender el comportamiento mecánico del cartílago articular considerando las diferencias específicas del mismo según
la profundidad por capas del tejido. |