En el corazón del municipio de Pradera Valle, una zona marcada por su historia a través de las vivencias del conflicto armado y priorizada por programas de desarrollo como PDET y ZOMAC, se encuentra la Plaza de Mercado en adelante, (Galería Municipal de Pradera), la cuál representa mucho más que un simple lugar de transacciones comerciales para sus habitantes. Esta galería, ubicada en la zona central del municipio, hace unos 20 años fue un epicentro económico, social y cultural donde se encontraban diversos actores sociales como: productores campesinos, comerciantes y familias enteras, en su mayoría mujeres, cuyas vidas han estado entrelazadas con este espacio a lo largo de generaciones. La galería es símbolo de la identidad y arraigo campesino del municipio, pues en términos generales, los productores y campesinos del sector rural comercializan los alimentos con una frecuencia semanal (Clavijo, et al., 2023).
En un territorio que abarca geográficamente un 70% rural y un 30% urbano, la galería municipal desempeña un papel fundamental en la dinámica económica local. Es un centro de acopio para los productos que cultivan en la zona rural, permitiendo que la economía popular prospere y asegurando el abastecimiento de alimentos para toda la población.
Sin embargo, a pesar de su importancia histórica, cultural y económica, la galería enfrenta desafíos significativos. La falta de un estudio y diseño de un plan operativo que permita su reconocimiento ha impedido que este espacio adquiera una identidad definida y una gestión eficiente hacia su revitalización. Esto ha conllevado a la carencia de apropiación recíproca por parte tanto de los usuarios y ciudadanía, sumando el desorden en su funcionamiento, factores que amenazan su supervivencia a largo plazo.
Afortunadamente, existe un interés compartido por parte de diversos actores para revitalizar la galería municipal. Gracias a las conversaciones realizadas con los agentes territoriales como los usuarios del espacio, los habitantes del municipio, la administración municipal y algunas empresas privadas, se logró reconocer su potencial como dinamizador del turismo local y como motor de desarrollo económico. Todos ellos desean ver la plaza fortalecida, no solo como un lugar de intercambio comercial, sino también como un punto de encuentro comunitario y un destino turístico atractivo que transforme los imaginarios del lugar.
Para lograr las transformaciones esperadas, es esencial que se promueva el trabajo en red y colaborativo entre estos actores para garantizar la sostenibilidad de los esfuerzos de revitalización. Además, se debe considerar la importancia de preservar y promover la memoria histórica de la galería y la identidad campesina pradereña, reconociendo los desafíos y las experiencias del pasado, especialmente en un contexto donde el tejido social aún se encuentra fracturado por las vivencias del conflicto armado y donde la memoria profundiza los vínculos de la red de cara a un futuro posible. |