La pérdida de alimentos durante la producción agropecuaria y poscosecha alcanza cifras alarmantes en el país y en el mundo. La falta de sistemas de conservación para productos de naturaleza perecedera como frutas y hortalizas se ha convertido en un desafío para la industria. En la actualidad, el mercado de empaques ofrece una amplia gama de opciones diseñada principalmente para la protección mecánica y funcionalidad de transporte, pero en pocas ocasiones contempla el control de las variables fisicoquímicas que ocasionan el deterioro y la pérdida de calidad del producto. Por otra parte, el desarrollo de empaques se ha realizado usando materiales de origen sintético, en su mayoría provenientes de fuentes no renovables y con tasas de degradación extremadamente lentas. Lo cual ha impactado de manera negativa el medio ambiente, haciendo que materiales de empaque como el plástico, pierdan viabilidad y posibilidades de uso dentro de la industria de alimentos. Así las cosas, surge la necesidad de generar nuevos sistemas de empaque de productos, basados en la integración de materiales sostenibles y biodegradables que logren proteger y conservar durante el mayor tiempo posibles matrices alimentarias complejas, con procesos metabólicos activos durante la cadena de suministro, como lo son las frutas y hortalizas. En consecuencia, el objetivo de este proyecto es determinar si el comportamiento e interacción de alternativas de empaque biodegradable es satisfactorio frente a las demandas de conservación y control tecnológico del mercado hortofrutícola, puntualmente de frutos de uchuva. Todo ello con el fin de disminuir las pérdidas en poscosecha, favorecer la cadena de comercialización y evitar la generación de residuos sólidos insostenibles al final del servicio del producto.