El barrio Luis Carlos Galán (Engativá) y el conjunto de barrios del Rincón (Suba) cargan consigo años de marginación social y la estigmatización por sus orígenes; la zona fue invadida por desplazados, chatarreros, ha sido testigo de múltiples desplazamientos por el conflicto interno armado colombiano, y recientemente, por una población venezolana considerable. Así pues, son barrios de muchas mixturas y problemáticas proyectadas a lo largo de su historia.
En estas dos zonas, buena parte de sus habitantes son trabajadores informales que manejan vehículos de tracción humana como carretas, carritos de mercado, zorras, y todo aquello a lo que se le pueda poner ruedas para cargar mercancías. Muchos de los oficios que utilizan estos implementos son también mal vistos, al igual que como se menciona anteriormente, son afectados por la marginación y por ende, cargan con un imaginario negativo que afecta sus labores cotidianas y la calidad de vida a la que se ven expuestos.
Por lo anterior, surge la necesidad de dignificar sus actividades laborales, promoviendo la organización entre ellos y la creación de un sentido de pertenencia sobre el oficio en uso de la creación de una identidad sobre sus actividades. Además, es necesario proporcionar espacios de crecimiento a las juventudes de propios y extranjeros en los barrios.
Con el juego como motivo, se busca relacionar a los distintos grupos poblaciones del área de influencia del Humedal Tibabuyes, para crear vínculos de amistad y fraternidad entre ellos y los barrios aledaños, de esta manera, generar relaciones comerciales más sólidas a través del apoyo del diseño industrial, las prácticas pedagógicas y el acompañamiento jurídico a los comerciantes, emprendedores y trabajadores informales, como una apuesta a mejorar la visibilidad del barrio en el imaginario de sus vecinos, con espacios de formación y lúdica de libre acceso.
Es así, como con actividades lúdico-deportivas, talleres de formación y sesiones para el fortalecimiento del emprendimiento, emparentados con el proyecto en curso Ciudad Unida, se busca promover y crear lazos comunales entre los habitantes de la zona para brindar herramientas a los emprendedores ( vendedores informales, microempresarios) y a las juventudes, en pos de crear sentido de pertenencia sobre el barrio.
El grupo piloto son vendedores de aguacate, con 38 años en el sector, que representan a una buena parte de los carreteros de la zona del barrio Galán. Es un grupo con cierto grado de organización pero sin herramientas comerciales sólidas. Se espera también,impactar a recicladores y familias con puestos de comida ambulantes.
Fundamentalmente, el proyecto está enfocado a dos poblaciones, los comerciantes trabajadores informales y a los jóvenes de la zona, esto debido a que la construcción de la comunidad, debe venir de la conversación entre las juventudes y los mayores por la necesidad de un correlato histórico. Por tanto, el proyecto apunta a tres ejes: (1) fortalecimiento económico por medio del acompañamiento y formación en el tema a los beneficiarios, desarrollo de marca-barrio, marca-negocio y asesoramiento jurídico, (2) fortalecimiento de la comunidad en sí misma por medio de formación ambiental enfocada en el Humedal Tibabuyes; eventos deportivos, lúdicos y ferias, y, (3) formación juvenil orientada al desarrollo vocacional por medio de talleres pedagógicos y artísticos.
En este sentido, el proyecto busca impactar (1) en términos sociales y comunitarios, a 30 familias, proporcionándoles herramientas para la apropiación y reconocimiento de su territorio, con el fin de aportar al tejido comunitario del barrio, creando y fortaleciendo medios productivos en la zona para que se proyecten a futuro como marcas. (2) En términos ambientales, el proyecto busca formas de relacionamiento con el Humedal, organizaciones y emprendimientos con visión al cuidado ambiental. |