Desde lo común como un concepto de lo político se plantea la superación de la dicotomía amigo-enemigo, que requiere de un locus de enunciación desde las victimas y sus identidades diversas que reconocidas como sujetos de conocimiento a partir del testimonio construyen paz y su necesidad de reparación de lo irreparable desde la justicia anamnética deviene condición de perdón y reconciliación en clave prospectiva y democrática.