Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), planteados por la ONU en 2015 promueven el desarrollo inclusivo y la sostenibilidad a nivel mundial. El objetivo 3 impulsa la salud y el bienestar abordando las desigualdades para asegurar una buena salud para todos, propone metas como, poner fin a enfermedades tropicales desatendidas, combatir enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles, además de reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades causadas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo (1). Según estos objetivos y reconociendo que los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, se encuentran en zonas tropicales, afectan la salud pública (son transmisores de más de 30 virus causantes de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla y el chikunguña) y que su control se hace mediante el uso de insecticidas sintéticos (perjudiciales para la calidad del agua, los insectos polinizadores, e inclusive la salud humana), el tamizaje de extractos naturales ha cobrado gran importancia debido a las nuevas legislaciones promulgadas por organizaciones y países alrededor del mundo, con el fin de proteger el ambiente y disminuir los problemas de contaminación (2,3,4,5). Con respecto a extractos vegetales, se ha evaluado la actividad de Ottonia anisum, Cyperus aromaticus, Orthosiphon thymiflorus y Azadirachta indica (6-10). Con hongos, se han obtenido productos con alta toxicidad para mosquitos en diversos estadios a partir de Metarhizium anisopliae (11), Beauveria (12), Tolypocladium (13), entre otros (14-16). Con algas y microalgas se realizan estudios que también reportan producción de compuestos activos (17). Con bacterias, se han explorado diversas especies del género Bacillus, sin embargo, los estudios realizados apuntan al desarrollo de resistencia, requerimiento de aplicación continua, desequilibrios en el ecosistema natural y la afección de otros organismos benéficos (18). Se han usado cepas de B. thuringiensis en conjunto con Serratia nematodiphila y Xenorhabdus nematophila, con resultados interesantes (19). Hay resultados positivos con extractos que contienen metabolitos secundarios de Pseudomonas aeruginosa (20) y Streptomyces sp. (21), con actividad adicional repelente (22). Se han probado alternativas combinadas, como el Spinosad, producido comercial a partir de Saccharopolyspora spinosa con Azadirachta indica y Orthosiphon thymiflorus (23).
El grupo de investigación en Sustancias Activas y Biotecnología, ha trabajado en la búsqueda de agentes contra diversos organismos, y ha obtenido resultados interesantes para el control de bacterias, hongos e insectos causantes de grandes pérdidas en cultivos. Algunos extractos bacterianos probados a nivel de laboratorio, demostraron gran potencial contra hormigas cortadoras de hojas, Atta cephalotes L. y han sido patentados (24).
En un proyecto financiado por Minciencias se analizaron más de 100 extractos bacterianos contra larvas de mosquitos y se obtuvo un producto formulado con extractos de Pseudomonas chlororaphis subsp. aurantiaca, y Bacillus atrophaeus/subtilis como ingredientes activos, con valores de mortalidad de hasta 100%, usando concentraciones medias de 2.5% (P/V), por ello, se plantea como una opción para el control de larvas de Ae. aegypti y Ae. Albopictus, esta formulación que está en proceso de ser patentada (25). Debido a la importancia de este producto y a su demanda en el mercado, se desea realizar una evaluación de alternativas para su producción, actualmente este proceso se realiza a escala de laboratorio, en modo batch, e incluye la utilización de una resina de alto costo (amberlita XAD), lo que representa una limitante para las empresas con las cuales nos hemos reunido gracias a la oficina de gestión tecnológica de la universidad. Por lo cual se requiere buscar una alternativa con el fin de disminuir costos y avanzar en el escalado del proceso para una futura producción industri |