El presente proyecto busca a través de investigaciones sobre personajes, anécdotas y relatos convertirse en el punto de partida para construir una memoria visual y escrita que permita reconocer y conocer diferentes procesos históricos que hacen parte de la génesis del diseño gráfico en la Universidad Nacional de Colombia. Para ello, en un primer acercamiento elegimos al docente y artista Balbino Arriaga Ariza, como un profesor que fue fundamental en la formación de las primeras generaciones de artistas y diseñadores. Por otro lado, también buscamos visibilizar su obra y su labor pedagógica, con el fin de sentar las bases para investigaciones posteriores que aborden el diseño gráfico desde su naturaleza teórica y revelen la pertinencia de cierto tipo de producción artística como ámbito de su estudio, además de explicitar la importancia y conveniencia de la multi e interdisciplinariedad como fundamento de sus metodologías. Ahora bien, consideramos que el Profesor Balbino, resulta una figura destacada y de obligado estudio, por su obra, que a pesar de ser escasa parte de unas influencias eclécticas y al tiempo bastante académicas, produciendo un tipo de arte disonante para la época en que vivió pero con toda seguridad de invaluable interés para la historia de la ilustración y el dibujo en Colombia. Al mismo tiempo, su contribución pedagógica y social es invaluable, toda vez que fue en parte gracias a él que las primeras generaciones de ilustradores, dibujantes e incluso animadores de la Escuela de Diseño Gráfico encontraron un espacio de estudio concienzudo de la imagen y la práctica de su producción. A continuación incluimos una breve reseña biográfica: (Quibdó – Chocó, 18 de junio de 1938, † Bogotá, 5 de julio de 2002) Balbino Arriaga es uno de los profesores más recordados por los egresados de la Facultad de Artes que realizaron sus estudios entre 1966 y 1997. Su extraordinario don de gentes, su rigor y pericia en lo concerniente a la práctica del dibujo y la comprensión de la anatomía humana, marcaron un hito fundamental para la Escuela de Diseño Gráfico y especialmente el actual Área de “Medios de Representación”. Entre 1961 y 1965 realizó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes a la cuál ingresa como docente en 1970, después de un corto período como profesor de “Dibujo Biológico” en el Departamento de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional. Dentro de su carrera como docente de la Facultad de Artes tuvo a su cargo diversas asignaturas como: “Dibujo Anatómico”, “Diseño Artístico”, “Color” y “Diseño Básico”, entre otras. Al mismo tiempo, Balbino ha dejado una huella imborrable en la memoria de la Escuela de Diseño Gráfico por su abnegación como profesor, que le valió en sus últimos años de docencia, no pocos reconocimientos, como la distinción “Docente Excepcional” por parte del Consejo Superior Universitario y un homenaje que se le rindió en su natal Quibdó, con motivo de los 300 años de fundación de esa ciudad en 1991. De igual forma, sus alumnos recuerdan sus duros pero graciosos regaños, los alabaos que entonaba durante sus clases, sus chistes de grueso calibre, las profusas y minuciosas respuestas que ofrecía cuando algún estudiante le inquiría y por sus clases, que generalmente solían extenderse hasta dos o tres horas más, por encima del horario estipulado. Balbino deja un legado artístico y académico insondable, pero al tiempo, deja un ejemplo de la cálida relación que entre maestros y “maestricos”, como cariñosamente llamaba a sus estudiantes, debe existir en pro de la construcción de un programa en constante crecimiento y desarrollo.