Colombia al no ser un productor de pectina, depende cien por ciento de la importación de este producto en forma de materias pécticas, pectinatos y pectatos, ésta es importada dependiendo de la propiedad que se necesite para la elaboración del producto, por ejemplo, en el sector de bebidas y lácteos este insumo se utiliza como estabilizante, a nivel de repostería se emplea como gelificante, en la fabricación de salsas dulces se hace uso como espesante (García & Penagos, 2011), al ser ampliamente usado por la industria colombiana se hace necesario buscar alternativas de producción a nivel de Colombia de esta materia prima, haciendo uso de fuentes novedosas de pectinas que sean diferentes a las comúnmente empleadas, frutas cítricas y manzana. Una fuente alternativa de pectina seria el epicarpio de Badea (Passiflora quadrangularis), puesto que la cascara de esta Passifloraceae se encuentra en mayor proporción en la fruta y es un residuo agroindustrial del cual no se dispone por parte del campesino, además que su cultivo y comercialización no solamente seria para departamentos como el Huila.
Al producir Colombia su propia pectina desde fuentes novedosas se obtendría diferentes beneficios, tales como: crear una nueva actividad económica que contribuiría a sustituir un producto importado, aportando al desarrollo económico del país (García & Penagos, 2011); darle un buen uso a los residuos agroindustriales, dándole un valor agregado a los cultivos de los agricultores; aprovechar la multivariedad de cultivos frutales, los cuales solo han sido explotados para el consumo en fresco; se pueden alcanzar estos beneficios, solo cuando se hagan estudios e investigaciones previas para determinar la viabilidad de producción de pectina desde fuentes novedosas, los cuales se deben hacer a nivel de laboratorio.
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