La tuberculosis (TB) continúa siendo uno de los mayores problemas de salud pública en el siglo XXI. La incidencia de las infecciones causadas por micobacterias especialmente las causadas por Mycobacterium tuberculosis ha aumentado de forma dramática debido a factores como el surgimiento de TB multidrogorresistente (MDR-TB) y extremadamente multidrogorresistente (XDR-TB), la coinfección TB-VIH (virus de inmuno-deficiencia humana), así como el aumento de la movilidad internacional desde países con alta prevalencia de la enfermedad.10 El control de la TB se complica aún más debido a que cerca de dos mil millones de personas se encuentran infectadas en forma latente,8 de ellas, el 10% desarrollará la enfermedad en algún momento de la vida, generalmente aquellas con deficiencias inmunes (muy jóvenes o mayores, malnutridos, coinfectados, o con estrés), y el 90% restante permanecerá asintomático, convirtiéndose en un reservorio permanente del patógeno, facilitando la transmisión de la enfermedad.8,9
Es por ello que la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas de utilidad en el diseño de métodos de diagnostico, fármacos y vacunas, que permitan la rápida y eficaz detección, tratamiento y prevención de la TB, se ha convertido en una prioridad para el control de las infecciones causadas por micobacterias. Si bien, en los últimos años se ha trabajado bastante en la búsqueda y validación de dianas terapéuticas, es vital seguir indagando los fundamentos de la infección latente, patogénesis, virulencia, resistencia y demás aspectos responsables del éxito del microorganismo. Actualmente, estos estudios se han centrado entre otros, en la acción de las bombas de eflujo y varias enzimas presentes en la membrana celular de las micobacterias, como la ATP sintasa de M. tuberculosis. Una opción interesante son las ATPasas tipo P, que son enzimas encargadas de la homeostasis celular, relacionadas con la resistencia a medicamentos en algunos microorganismos. Este tipo de bombas no han sido caracterizadas bioquímicamente, ni se han reportado los genes que codifican para ellas en micobacterias (excepto por la anotación bioinformática automática); entonces el estudio de estas enzimas podría aportar de manera significativa al desarrollo de nuevos fármacos antituberculosos.
El presente proyecto se fundamenta en la reciente descripción por parte de nuestro grupo de investigación de la actividad Na+/K+ ATPasa en membrana plasmática de micobacterias y su posible relación con el estrés generado por la hipoxia y la inanición. En general, se pretende identificar y estudiar un gen de M. tuberculosis H37Rv (cepa virulenta de referencia) con alta probabilidad de codificar para las ATPasas tipo P bajo estudio, todo esto con el fin de describir por primera vez este tipo de sistemas en las micobacterias, y conocer su valor como posibles dianas terapéuticas para el control de la TB.
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