Las imágenes cuantitativas de fase (ICF) de objetos microscópicos son una herramienta crucial para la clasificación de células, diagnóstico y monitoreo de enfermedades, valoración de materiales, entre otras aplicaciones. Diversas técnicas de microscopía pueden producir ICFs, por ejemplo: ICFs basadas en la solución de la ecuación de transporte [1]; microscopía de difracción de fase [2, 3]; microscopia de interferencia espacial de luz [4]; microscopia computacional (MC) [5, 6]; microscopía holográfica digital con lentes (MHD) [7, 8]. De este grupo de técnicas, gracias a su simplicidad de hardware y no obstante su alto costo computacional, la única que ha permitido el desarrollo de un dispositivo portátil es la MC [5]. Aunque la microscopía holográfica digital sin lentes (MHDL) [9] comparte el mismo hardware que la MC, gracias a su diferente arreglo estructural puede obtener imágenes del micromundo a un mucho menor costo computacional que la MC pero con la limitante de no poder obtener ICFs, restringiendo por esta razón sus campos aplicación.
La MHDL es quizás la arquitectura de microscopia más simple y robusta de la actualidad [9]. Las características de simplicidad conceptual y experimental de ella han permitido su aplicación, en por ejemplo, estudios coloidales [10, 11] y microfluidica [12]. Esas particularidades han posicionado la MHDL como una de las arquitecturas que ofrece mayor potencial para el desarrollo de microscopios portátiles y de bajo costo [13-16]. Sin embargo, en las aplicaciones de MHDL presentadas hasta el momento, únicamente imágenes de contraste de amplitud han sido utilizadas. Adicionalmente al gran avance que se ha alcanzado hasta el momento en MHDL, la posibilidad de obtener ICFs con esta técnica permitirá extender su uso en otros campos de investigación. Algunas metodologías para obtener ICFs con MHDL logrando resultados no definitivos han sido propuestas [17-19], lo que hace que el problema permanezca abierto.
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