--En el inicio de la tercera década del nuevo milenio, el cambiante panorama político en Nuestra América sugiere la necesidad de realizar un balance renovado y actualizado acerca de las relaciones del poder estatal y gubernamental y las fuerzas sociales, analizando las perspectivas políticas, las agendas en políticas y sus respectivas ejecutorias y trayectorias registradas durante los últimos años en la economía política regional. Entre los elementos explicativos del carácter abierto del campo político en Nuestra América se posicionan tanto la imposibilidad de estabilizar el orden social atravesado por diferentes crisis y la búsqueda permanente de escenarios para su resolución, bien sea con resultados favorables para los sectores dominantes o los populares. En ese sentido, la pregunta de investigación que se plantea es ¿en qué medida las trayectorias político-económicas, expresadas en las agendas de gobierno, los contenidos programáticos de las políticas económicas y sociales, y las relaciones entre gobiernos y sociedad civil de los gobiernos progresistas de la segunda ola, Andrés Manuel López Obrador (2018-) en México, Alberto Fernández (2019-) en la Argentina, y Luis Arce (2020-) en Bolivia, generan rupturas y continuidades frente a los regímenes neoconservadores que los precedieron y contribuyen al proceso de quiebre de la hegemonía neoliberal en la región? Los casos seleccionados se inscriben en lo que se ha caracterizado como segunda ola, y aunque ellos no han concluido su período gubernamental, la ventana de observación seleccionada, que tendrá como corte el año 2022, permite identificar y caracterizar unas trayectorias político-económicas definidas. La selección de la segunda ola de progresismos obedece a que aún no se registran suficientes investigaciones en perspectiva comparada que permitan entender el impacto que ésta ha tenido para el quiebre de la hegemonía neoliberal en la región. Frente a la primera ola es importante señalar la existencia de amplios análisis y en lo que se conoce como el tercer ciclo progresista (Perú, Chile y los electorales en curso en Brasil y Colombia) aún no es posible señalar trayectorias definidas. Entre los objetivos que se persiguen se encuentran: 1. Examinar los cambios y continuidades de la política económica, en términos fiscales, monetarios y cambiarios, de los gobiernos progresistas de la segunda ola con el propósito de determinar en qué medida ésta genera quiebres o continuidades frente al modelo neoliberal de desarrollo instaurado en América Latina. 2. Caracterizar los ajustes presentados por las políticas de redistribución del ingreso y la riqueza, defensa de lo público y superación de la pobreza en el marco de los gobiernos progresistas de segunda ola tomando como referente las trayectorias observadas después de las apuestas introducidas por los gobiernos progresistas de primera ola. 3. Establecer las tendencias de movilización y conflictividad social y la respuesta y tratamiento de los gobiernos progresistas de la segunda ola con el fin de identificar escenarios y lógicas de confrontación o cooptación de la movilización social y los movimientos sociales. Para cumplir con los objetivos se asumirá el método de la política comparada. Este método permite describir y explicar este segundo advenimiento de gobiernos denominados progresistas, en cuanto fenómeno y proceso político, a partir de la indagación por variables específicas que permiten la comparación.