La boca es una expresión del estatus social. Entre la población de Colombia, las comunidades rurales tienen pésimas condiciones de salud bucal y comunicativa, situación que impide desarrollar de manera autónoma y relevante sus proyectos de vida (MinSalud, 2014).
Desde nuestra responsabilidad social como Universidad, y durante dos décadas, el Proyecto UN por Colombia ha brindado atención en salud a comunidades campesinas e indígenas de varias regiones del país (Amazonas, Vaupés, Guaviare, Guajira, Chocó, Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Meta, Vichada y Tolima). De manera específica, en este último departamento se ha interactuado con indígenas Pijao del Vergel-Calarma, municipio de Ortega; y con campesinos de Tierradentro, municipio del Líbano.
En esta interacción se identificó su realidad sociosanitaria, en particular dificultades en salud bucal y comunicativa. Sobre lo primero se subraya el alto índice de dientes Cariados, Obturados y Perdidos (COP), enfermedades periodontales y dolores dentales. Y en lo segundo, se evidencian pérdidas auditivas, discalculia y dislexias, y dificultades de aprendizaje y de lenguaje. Además, existen barreras de acceso a la atención odontológica y fonoaudiológica, y escasean programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Esta realidad se ha analizado desde un contexto de inequidades sociales del nivel regional y local. Así, datos sobre NBI, pobreza multidimensional, conflicto armado, y carencias en infraestructura educativa y sanitaria, señalan las desventajas sociales de estas dos poblaciones. Por fortuna, las comunidades indígenas y campesinas reconocen estas dificultades, y se organizan para exigir sus derechos y gestionar proyectos de desarrollo para su población.
Esta organización facilita la gestión de programas de salud; por tanto, se propone implementar una estrategia de Atención Primaria en Salud Bucal y Comunicativa, diseñada desde nuestra experiencia como Grupo de Investigación y Extensión UN por Colombia, y desde las capacidades organizativas de las comunidades. Esta estrategia se espera implementar en infantes entre 5 y 14 años de edad, en los ámbitos escolar y familiar.
La estrategia busca que las comunidades reconozcan sus problemas en salud bucal y comunicativa. La población se asume como sujeto de derechos, siendo el derecho a la salud fundamental para la vida, asunto a fortalecer colectivamente. Este derecho se relaciona con la exigencia de la atención en salud ante las empresas que administran y prestan servicios de salud, motivo para generar rutas de exigencia y de eliminación de barreras de acceso a la atención sanitaria.
En el ámbito escolar se busca ubicar este tema en los proyectos educativos de las Escuelas Rurales -ER-; es decir, incorporar el cuidado de la salud bucal y comunicativa como una actividad escolar cotidiana direccionada por docentes. Las instituciones son: ER El Vergel, en Vergel-Calarma (Ortega), y la ER Luis Flórez, en Tierradentro (Líbano). Allí se orientará el fortalecimiento de la infraestructura para la higiene y el cuidado de la salud bucal (cepilleros, lavamanos, filtros de agua). De igual forma, se promoverán hábitos de cuidado en higiene vocal y auditiva en las aulas. Además, se pretende formar agentes comunitarios en salud bucal y comunicativa para la sostenibilidad del proceso.
En la escuela se realizarán actividades de promoción y prevención: control de placa, aplicación de flúor, enseñanza de higiene oral y profilaxis. También se involucrará a docentes y escolares en el autocuidado de su salud auditiva y vocal, en el fomento de habilidades para el desarrollo del lenguaje e identificación temprana de dificultades de aprendizaje, desde estrategias diferenciales donde primen elementos interculturales de la salud y mecanismos pedagógicos para la infancia.
Estas actividades se extenderán al ámbito familiar de estas comunidades, motivando la responsabilidad de los cuidadores en el cuidado de la salud bucal y comunicativa. |