Si bien es cierto que los recursos hídricos son mayoritariamente renovables, con grandes diferencias geográficas y estacionales, con la precipitación como la principal fuente de abastecimiento de agua dulce para todos los usos humanos, no es menos cierto que las actividades del hombre entre otras como la deforestación, la modificación de los usos de la tierra, la expansión de las ciudades, la modificación en las cuencas fluviales etc, han logrado modificar el balance hidrológico y sobre todo afectar severamente la calidad del agua. El 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua, el 97,6 % es salada y solo el 2,4% es agua dulce. De este pequeño porcentaje el 70% se destina para irrigación, 20% para la industria y solo el 10% para el consumo humano directo, pero solo el 0,7% de este 10% es accesible inmediatamente, el resto se encuentra en los acuíferos profundos, en los casquetes polares y en el interior de la selva. La progresiva falta de disponibilidad del agua ha obligado a dedicar mayor atención a los mecanismos para su preservación y fundamentalmente su tratamiento y purificación para hacerla apta para su consumo. Actualmente 884 millones de personas carecen de fuentes de abastecimiento de agua potable en el mundo (aproximadamente una de cada ocho). 3,6 millones de personas mueren al año por enfermedades causadas por agua contaminada, el 98% de estas muertes suceden en los países en desarrollo y el 84% de estas muertes son niños entre 0-14 años (Prüss-Üstün, A., Bos, R., Gore, F. et al. (2008); este panorama muestra una realidad más difícil cada vez e incentiva a fomentar políticas públicas encaminadas a contener, mitigar y controlar la contaminación de las fuentes de agua. Ante este panorama, la propuesta de desarrollar y evaluar un nuevo sistema de tratamiento de aguas residuales (inicialmente domésticas pero que sea extensible a aguas industriales) eficiente y económico, parece en principio ser una solución para los graves problemas de saneamiento que padece Colombia y en general todo el tercer mundo. Este sistema de carácter compacto, está pensado en usar procesos de tratamiento secuenciales (biológico-fisicoquímico) que permitan disminuir la contaminación a niveles tolerables, esbozados en la legislación ambiental colombiana. Lo novedoso de esta propuesta, es el acoplamiento de una tecnología de tratamiento en estado sólido (pensado en aguas residuales domésticas) combinado con un tratamiento anaerobio-filtro anaerobio y por ultimo oxidación catalítica con radicales hidroxilo los cuales permitirán reducir aún más los niveles de contaminación para garantizar que el agua tratada pueda disponerse con el menor riesgo de contaminación residual de las aguas superficiales o subterráneas a donde estas puedan llegar posteriormente. Dichos radicales hidroxilo son oxidantes poderosos, no selectivos los cuales se generarán a partir de una reacción catalítica del gas ozono y un catalizador adecuado, este ozono se generará con un equipo portátil a partir de aire y energía obtenida mediante paneles solares; de esta manera este sistema buscará no tener dependencia en la red eléctrica convencional, con el fin de abaratar costos y poder trabajar sin problemas en lugares desconectados de la red eléctrica nacional, especialmente en las zonas rurales del país. |