Una celda combustible microbiana (CCM) es un sistema bioelectroquímico que emplea microrganismos para transformar directamente un sustrato hasta electricidad. Las CCM comprenden un grupo novedoso, disruptivo, de sistemas de tratamiento capaces generar electricidad verde con menores requerimientos de oxígeno, sin la generación de emisiones fugitivas de gases de efecto invernadero y lo suficientemente robustas como para ser aplicadas en áreas remotas. Adicionalmente, las celdas microbianas son dispositivos multipropósito capaces de producir energía directamente, especialidades químicas en fase liquida (ácidos grasos y solventes) y gaseosa (mezclas hidrógeno-metano).
Estudios preliminares realizados por nuestro grupo de investigación (GITARSA, sede Palmira), demuestran la factibilidad de producir bioelectricidad a nivel de microescala (5-10 mL) usando cámaras simples y electrodos de bajo costo (núcleos de grafito). Por tal razón, el presente estudio tiene como objetivo evaluar aspectos técnicos, económicos, y ambientales asociados a la producción en continuo de bioelectricidad a partir de aguas residuales urbanas. El presente estudio consta de tres fases: i) diseño, construcción y operación de una celda combustible microbiana para el tratamiento en continuo de un agua residual urbana; ii) modelado y escalamiento del proceso de tratamiento en estado estable; iii) análisis ambiental de su operación usando un análisis de ciclo de vida de la cuna a la tumba. El prototipo a escala laboratorio (1L por celda anódica y catódica) contará con la instrumentación necesaria (control de pH y nivel) para medir la robustez de la celda, en términos de carga orgánica aplicada, y su impacto en la producción de bioelectricidad por unidad de volumen de agua tratada (Watt/m3). A primera vista, este tipo de sistemas presentan menores consumos energéticos, generan menos biomasa residual, y permiten la transformación directa de aguas residuales en electricidad. Adicionalmente, presentan menores costos operativos (internos y externos), emiten menos gases de efecto invernadero, y podrían fabricarse y repararse con elementos simples y de costo. Aunque saltan a la vista desventajas como su estado temprano de desarrollo y la falta de reglas o estrategias de operación. No obstante, este tipo de alternativa ha sido reconocida como una gran oportunidad para facilitar la transición energética de un país.
Entre los beneficios adicionales esperados se encuentran la formación de estudiantes a nivel de pregrado y la creación de un semillero de investigación en bioelectricidad y bioelectroquímica que permita introducir a estudiantes de los primeros semestres de formación en actividades teóricas (análisis de literatura, presentación y divulgación de resultados de investigación) y prácticas (operación de equipos y elementos de laboratorio, ejecución de experimentos simples, diseño y construcción de elementos utilizados en procesos electroquímicos) observadas en los procesos de investigación. Finalmente, esta propuesta busca desarrollar alternativas disruptivas más limpias y capaces de hacer frente a las necesidades de poblaciones apartadas en las cuales la gestión optimizada de residuos y efluentes es escasa o se encuentra ausente. |