Esta propuesta surge de la necesidad sentida por algunos líderes jóvenes del Pueblo Bora (Pɨɨnemúna), un pueblo de la Amazonia colombian, de idear estrategias pedagógicas para la transmisión de la lengua en las personas del Pueblo que habitan Leticia. En los territorios de los cuales son originarios, existe una gradación del mantenimiento de la lengua, y se evidencia que paulatinamente su uso se ha ido perdiendo por diversas razones. Es necesario recordar que debido a la dramática disminución poblacional que ocurrió en las épocas de la extracción del caucho que se realizó bajo regímenes esclavistas a comienzos del siglo XX, la disminución demográfica de los Bora de acuerdo a las narraciones de los abuelos que sobrevivieron la masacre fue cercana al 100%. De 20.000 personas (Whiffen 1915), sobrevivieron aproximadamente 150, de los cuales 50 se quedaron en Colombia escapando de los caucheros, y 100 fueron llevados al Perú.
Las consecuencias de la extracción cauchera son múltiples para los Pueblos que la padecieron. Actualmente los Bora del lado colombiano son alrededor de 1200 personas (DANE 2018) y sólo algunos de ellos han logrado casarse con otros Bora, y de esta manera la lengua se transmite dentro del hogar. En los otros casos, la lengua ha entrado en desuso porque no se practica en la cotidianidad. Otro factor relevante es la educación escolarizada; en los años de primaria y básica, en las escuelas del río Igaraparaná y del corregimiento de La Chorrera se realiza un día a la semana la enseñanza de la lengua, pero a pesar del esfuerzo de los profesores, aún no hay una metodología de enseñanza, por tanto se dificulta el aprendizaje. En la educación media, los estudiantes de diversos Pueblos reciben una clase de lingüística que no está diseñada para el aprendizaje de las diversas lenguas. Ahora bien, cuando los jóvenes ingresan a estudios técnicos o de educación superior, desaparece por completo la enseñanza de la lengua. Por último, y sin desconocer otros factores de incidencia en la pérdida de la lengua, mencionamos los procesos de migración a la ciudad, en este caso Leticia, donde los espacios de encuentro de los Bora son escasos, por tanto la práctica de la lengua ha disminuido considerablemente.
En cuanto a la enseñanza de la lengua, los Bora no cuentan con herramientas pedagógicas que permitan la transmisión. Los líderes jóvenes que hacen parte de este proyecto están realizando encuentros para buscar la manera de transmitir la lengua, pero se enfrentan a múltiples obstáculos que esperamos la academia contribuya a solucionar. Uno de los más destacados es la variación dialectal entre clanes que imprime una dificultad adicional en la enseñanza, porque no es claro el por qué se denominan de manera distinta a las mismas cosas/nombres. De la misma manera, no existen acuerdos en cuanto a la escritura de la lengua; la única propuesta que existe es la del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) (Thiesen & Thiesen 1998) que fue desarrollada con los Bora que viven en Perú.
Con esta propuesta buscamos realizar actividades para identificar puntos de encuentro en la enseñanza de la lengua con base en los dialectos de los clanes Achiote (Néébajeé), Zogui-Zogui (Wáiñemu) y Boa (Boámanu). Por tanto, realizaremos actividades encaminadas a realizar una propuesta ortográfica, y con base en ella diseñar algunas herramientas de enseñanza que tomen en cuenta la gramática básica, las interacciones básicas y el vocabulario cotidiano. Además, mediante actividades en torno a cantos y bailes Bora buscaremos la familiarización con los sonidos de la lengua. |