En este proyecto se busca resignificar el rol de la escuela en los territorios. De una escuela estandarizada y estática que se ocupa de la "transmisión de los conocimientos escolares" a una que se contextualiza y asume su proyección hacia la comunidad. La escuela como pilar del conocimiento puede contribuir a la sustentabilidad de las comunidades. En el caso del municipio de Guapi dicha sustentabilidad se ha entendido desde la valoración de los conocimientos tradicionales que han permitido la vida de estas comunidades en este territorio. De la misma manera en que las universidades tienen como función misional la extensión, la escuela debe reconocerse en constante interacción con las comunidades y asumir que en esa interacción aprende investigando e incorporando los conocimientos que provienen de la gente y que deben circular intergeneracionalmente. “Abrir las puertas” como metáfora, invita a la escuela a repensarse y ver el potencial de ser el espacio en el que diferentes saberes se encuentren para construir nuevos conocimientos. Las experiencias y prácticas de los sabedores tradicionales, de los pobladores, de los jóvenes, de los maestros y de quienes llegan desde la academia universitaria se puede articular en la escuela para construir creativa y participativamente nuevo conocimiento, la escuela se abre a estos actores para hacer posible la apropiación de conocimientos no covencionalizados curricularmente para contribuir a la sustentabilidad de las comunidades que para el caso de Guapi, se reconoce ampliamente desde la circulación del conocimiento tradicionall. La escuela desde su institucionalidad clásica tiene diferentes elementos que infortunadamente han cambiado poco con el tiempo. Los modos de generar, reconocer, guardar o divulgar conocimiento siguen las maneras de los registros taxonómicos clásicos. En este proyecto nos centramos en tres de ellos, el herbario, la biblioteca y el semillero, que buscarán cobrar vida a través de este ejercicio de resignificación del papel de la escuela y de los modos de generación y gestión del conocimiento. Al final del proyecto esperamos que el semillero -de investigación- se convierta en el escenario natural, no solo para el diálogo intergeneracional entre los mayores y los jóvenes de Guapi, sino en el que se puedan pensar los posibles panoramas de alternativas productivas que permitan transitar a economías legales y sustentables cimentadas en los conocimientos y prácticas tradicionales de la comunidad apropiadas por los jovenes.