La región pacífica muestra abandono estatal de manera generalizada por la precariedad en la cobertura de algunas necesidades básicas de sanidad, seguridad de las construcciones, el estado de las vías, el servicio de agua potable, los riesgos de inundación, la contaminación de ríos, ecosistemas y demás problemáticas. pero muestra una gran riqueza cultural que pervive en las diferentes comunidades, a través de la música, la danza, la gastronomía y el conocimiento heredado en la relación de sus recursos naturales con la arquitectura, arquitectura de gran valor por su relación equilibrada con el territorio, aspecto evidenciado en el empleo de los propios recursos materiales de la región, y en la transmisión de saberes para lograr su construcción. Existe la amenaza de la desaparición de esa arquitectura, ante la incursión de materiales y técnicas relacionadas con el cemento, ladrillo, el pañete, sistemas de cubiertas de fibrocemento o lata, por ejemplo, que se conciben por una parte de la población como una mejora de la arquitectura, sin embargo, el empleo de la madera como recurso principal en gran parte de las viviendas, hace parte de la riqueza de la región por su condición selvática, pues su extracción facilita el transporte por su cercanía, contribuye a reducir el consumo energético y es un material que cultivado de manera responsable, se integra con las condiciones ambientales porque ya hace parte del entorno, además de preservar el saber hacer y las tradiciones locales que caracterizan a la comunidad. Se hace necesario entonces tomar acciones que permitan la valoración y conservación de esta arquitectura, se plantea un estudio enfocado en la vivienda principalmente de madera, realizando un reconocimiento de casos de estudio en Andagoya y Andagoyita, ubicados en la región del Medio San Juan en Chocó, valorando estas construcciones y los elementos que las contextualizan, tales como el lugar, los aspectos de uso, de función, la materialidad, las técnicas constructivas, los aspectos políticos, religiosos y culturales, que permitan hacer un reconocimiento integral de la arquitectura, que concluyan con el planteamiento de unos lineamientos para su intervención, entendimiento y transformación, que contribuyan a su conservación a través de la transmisión del saber hacer presente en la comunidad.