Dentro de la comunidad Indígena Camëntsá Biyá del Valle de Sibundoy, departamento del Putumayo, Colombia, antes de tener contacto con la “civilización”, no había tantas enfermedades y problemas nutricionales como los que actualmente se presentan, pues los que en ese tiempo se presentaban eran fácilmente controladas, gracias al conocimiento empírico de los mayores y médicos tradicionales sobre el poder curativo y nutricional/nutracéutico de las plantas, que se formulaban según sus conocimientos, medicamentos: preventivos, curativos y según el caso, hasta alucinógenos. Sin embargo, en la actualidad existe una pérdida acelerada de la práctica y conocimientos tradicionales relacionados con el uso y manejo de plantas. Diferentes factores inciden en la pérdida de esta riqueza cultural y natural, entre ellos es que los niños y jóvenes a través de la escuela, el colegio, el comercio y las comunicaciones, adquieren modos de ser y de pensar de la sociedad occidental, y ya no se interesan por las enseñanzas de los mayores, ya no les preguntan – y, en el pensamiento tradicional, “si no se pregunta, no se cuenta”. Esto afecta la soberanía alimentaria y la posibilidad de prevenir y curar muchas dolencias y enfermedades que se presentan, originando procesos de desculturización y pérdida de la biodiversidad. En este contexto, las instituciones académico-investigativas están llamadas a brindar los aportes necesarios conducentes a la formación de un estudiantado con capacidad de entendimiento y profundización en los conocimientos relacionados con el manejo y uso de plantas del medio en que se desarrollan y la sociedad en donde se escribe, de manera integral. De esta forma se procura impartir una serie de conocimientos tanto teóricos como prácticos, que den respuesta a los múltiples y cotidianos problemas que enfrenta en el mundo académico, social y cultural. Para ello, se creó en la Institución Educativa Rural Bilingüe Artesanal Camëntsá del Municipio de Sibundoy, un Jardín Botánico el cual ha venido fortaleciendo con el pasar de los años. Este proyecto busca conocer, conservar, y utilizar especies vegetales nativas de la chagra, relacionadas con el uso medicinal y nutricional/nutracéutico desde la perspectiva de la etnia Camëntša, dentro de un abordaje de metodología participativa, de donde resulten estrategias de conservación y uso sostenible en correspondencia con el equilibrio natural. El uso desde el marco conceptual de la nutracéutica y la difusión de ese tipo de uso podrá transformarse en un referencial de innovación social a la comunidad del Valle de Sibundoy, quien además de una inmensa diversidad biológica y del conocimiento tradicional asociado, es poseedora de un riquísimo legado cultural, con idioma propio, y comparte de un entorno y paisajes que pueden fomentar el turismo ecológico, generando todo el conjunto mejorías en la calidad de vida de su pueblo. A su vez, dará a conocer el modo de vida de esta etnia, lo que podrá incidir en la permanencia de su identidad cultural.