Los actuales diálogos entre un sector de la insurgencia y el Gobierno colombiano, así como las dinámicas populares de construcción de paz con justicia social que están gestándose en escenarios regionales y locales, han abierto nuevamente el debate nacional a propósito de cuatro asuntos de especial importancia para la resolución de la situación de conflicto social-armado y las violencias persistentes en la trayectoria histórica del país, a saber: i) las condiciones para una solución negociada; ii) la suscripción de un acuerdo entre todos los sectores involucrados en el conflicto (incluyendo sus posibles mecanismos de refrendación); iii) el posible inicio de un nuevo ciclo de conflictividades canalizados y tramitados a través de los marcos que proporciona la política, especialmente ante la emergencia de un escenario de post-acuerdo; y iv) las oportunidades para avanzar decididamente hacia las transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales que requiere el país para democratizar la sociedad, construir una nueva cultura política basada en principios de paz, reorganizar el régimen político y redefinir el modelo económico, todo con el fin de superar las causas del conflicto. Las contradicciones a propósito de los mecanismos para validar y materializar los posibles acuerdos abren una importante veta para el análisis político. Un punto clave es el relacionado con la refrendación, así como los marcos jurídico-políticos que le son consustanciales, hasta el momento se hayan limitado a la gestión y el trámite legislativo de una serie de reformas. De otra parte, las constituyentes por la paz de Marcha Patriótica, entre otras dinámicas de movilización nacional, regional y local, también han atizado la discusión a propósito del alcance real de los diálogos de paz. Revelan, por lo tanto, una pequeña-gran transformación: más allá de un problema relacionado con la refrendación de acuerdos entre el Gobierno y la insurgencia, en el trasfondo se encontraría la necesaria participación de todos los sectores involucrados en el conflicto con el objetivo de consolidar un proceso amplio de construcción de paz, democratización y justicia social. Dicho proceso demuestra la fecunda tradición de protesta y resistencia pero también de una vocación de poder cristalizada mediante la politización, la movilización, la apropiación de agendas y la formulación de propuestas de paz, de soberanía y autonomía comunitaria. De ahí que el problema transite desde las simples condiciones para suscribir y refrendar un acuerdo hacia la pertinencia de cristalizar las dinámicas constituyentes en curso a través de una Asamblea Nacional Constituyente que redefina las relaciones de poder y haga viable la suscripción de un nuevo contrato social. Ese debate es crucial, además, teniendo en cuenta que probablemente un escenario de post-acuerdo derivado de las actuales negociaciones de paz no signifique el declive del conflicto y las violencias que enfrenta el país. Es más, resulta previsible el surgimiento de nuevos ciclos de conflictividad que podrían canalizarse políticamente si existiesen las condiciones políticas adecuadas. De ahí que sea imperativo abordar la discusión sobre los mecanismos de tramitación de dichos conflictos a partir del estudio de propuestas puntuales que se están formulando en ese sentido y que hacen inexorable la democratización de la sociedad colombiana. En el marco de esta importante coyuntura política y social, el Grupo Interdisciplinario de Estudios Políticos y Sociales (Theseus) presenta la siguiente propuesta de investigación con el propósito de aportar elementos de juicio que permitan entender la complejidad, establecer las correlaciones y contribuir en el entendimiento de los recientes diálogos de paz, los posibles escenarios de resolución política y las dinámicas constituyentes en curso.