La Justicia Imbricada es un proyecto de investigación de derecho constitucional comparado, situado y contextual que pretende responder a la pregunta ¿Cuál es el modelo de justicia constitucional más compatible con la democracia en América Latina? En efecto, durante las últimas décadas el discurso de la dificultad contramayoritaria, puso el énfasis en los déficits democráticos de la justicia constitucional (ACKERMAN, NINO, FERRERES, WALDRON, GARGARELLA), reforzando las dudas sobre la legitimidad de los jueces constitucionales para decidir la constitucionalidad de las leyes y con ello, de la vigencia del derecho. En este sentido, los países latinoamericanos que recientemente habían incorporado en sus constituciones un catálogo extenso de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales –DESCA- como Colombia (1991), Ecuador (2008), Bolivia (2009) con acciones de eficacia directa de los derechos fundamentales como la acción de tutela, se vieron interpelados por las promesas de justicia ofrecidas por una justicia globalmente cuestionada. Bajo este paradigma de sospecha, los países periféricos que cuentan con acciones constitucionales con rasgos de autenticidad como Colombia con la acción pública de inconstitucionalidad, o el juicio de amparo mexicano, se vieron forzados a realizar análisis más contextuales con el fin de comprender por qué el discurso dominante no respondía en forma adecuada a tales acciones en su potencialidad emancipatoria y de transformación social desde la ciudadanía (RODRÍGUEZ P. 2005, 2011, 2016). De igual modo, aunque el discurso de la objeción democrática de la justicia constitucional alcanzó a generar un debate global, con gran nivel de abstracción y soportado en premisas con pretensión de universalidad, lo cierto es que las mismas respondían a la historia constitucional estadounidense y la mayoría de los autores dominantes en la discusión (con sus importantes detractores como Rawls y Dworkin) hablaban con relación al derecho doméstico de ese país, en tanto estado liberal comprometido en la defensa de los derechos individuales, federal, presidencialista, con un limitado estado del bienestar, y con forma republicana. Europa, por su parte, recepcionó con fuerza dicho discurso, en tanto el mismo compatibilizaba con la forma de gobierno parlamentaria, de mayor confianza en las decisiones de dicho órgano, y con una tradición de aprensión sobre la actividad de los jueces, sumado a la existencia de estados del bienestar fuertes. Ahora bien, la metodología usada para comprender dicha discusión generalmente creo un análisis comparativo de corte binario entre modelos de justicia constitucional considerados puros como son el judicial review o difuso estadounidense, con el control concentrado identificado como europeo. En donde los modelos mixtos o integrales como los latinoamericanos resultaban frecuentemente incomprendidos dentro de la discusión.Por el contrario, este proyecto de investigación pretende adelantar una pesquisa con un enfoque interseccional que conjugue, de una parte, el uso de las metodologías feministas del pensamiento situado, histórico e institucional; con el análisis comparado constitucional denominado “cartográfico” (TWINING; 2003) pero tomando en cuenta cinco categorías de análisis para comprender las ilaciones entre la justicia constitucional y la democracia; ellas son: i) Las formas de gobierno parlamentaria o presidencia; ii) La organización territorial del Estado, unitaria o federal; iii) la existencia o no de un estado del bienestar (y la judicialización de los derechos sociales); iv) la cultura política derivada de la forma de estado monárquica o republicana y v) la gestión o no de la diversidad cultural, como estado nación o multicultural. Este proyecto busca crear conocimiento nuevo desde, para y con América, basado en nuestras propias experiencias en la región, propiciando un dialogo en la academia constitucional de la región.