Colombia ha experimentado por varias décadas un severo conflicto armado interno, que se intensificó durante la década de 1990. Varios comportamientos demográficos se han visto afectados por este conflicto, como un aumento desmedido en la mortalidad de hombres jóvenes y adultos. Sin embargo, las consecuencias indirectas sobre la mortalidad y la salud humana no han sido estudiadas. Para tal fin, esta investigación quiere probar si existe algún efecto del conflicto interno armado colombiano sobre un grupo poblacional que claramente no está involucrado en el conflicto, como son los menores de un año. En particular, con información recogida a nivel individual para los bebés nacidos entre 1995 y 1999, de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (2000), y otra serie de variables que capturan la violencia generada por el conflicto, este estudio aplicará métodos demográficos y estadísticos para cuantificar el impacto que pueda haber en la mortalidad infantil, el bajo peso al nacer, y otros indicadores de salud como el peso y la talla al nacer. La estrategia de investigación propone explotar el hecho de tener información repetida en el tiempo y la historia de fecundidad de todas las mujeres en edad fértil que contestaron la encuestas, de manera que se puede aplicar un control por cada una de las madres que ha tenido más de un bebé en el período de estudio. Los resultados de un estudio como esté podrán en evidencia las víctimas ocultas que los conflictos armados pueden generar, indicando que sub-poblaciones son más vulnerables al conflicto. Las implicaciones de política, entonces, serán útiles para las víctimas de cualquier conflicto, así como para identificar las zonas más afectadas por los mismos, durante el conflicto mismo y en la era de reconstrucción o post-guerra.