Los tumores primarios del colon y el recto, particularmente el adenocarcinoma, representan uno de los grupos más grandes de neoplasias malignas tanto en hombres como en mujeres, siendo una de las principales causas de mortalidad por cáncer en el mundo occidental. Se estima que cada año hay 150.000 nuevos casos en los Estados Unidos, con una fatalidad esperada de un tercio de estos1,2. Además, muchos de estos carcinomas son precedidos por pólipos benignos de diferentes tipos, postulándose entonces como una enfermedad heterogénea3,4.
Aproximadamente el 5 % de los casos de cánceres colorectales son atribuidos a síndromes familiares de cáncer (cáncer colorectal no polipósico hereditario CHCNP y poliposis adenomatosa familiar PFA), mientras que el restante 95% son esporádicos5. El CHCNP es causado por una mutación germinal en la reparación del ADN (MMR: mismatch repair), y todos los cánceres que ocurren bajo esta condición muestran un alto nivel de inestabilidad microsatélite (MSI); Por otra parte, aunque la evolución de la mayoría de los cánceres sin MSI es consistente con el modelo tradicional aceptado de secuencia adenoma-carcinoma, cuyas alteraciones genéticas y epigenéticas han sido ampliamente caracterizadas, las bases moleculares del inicio y progresión de los cánceres esporádicos con MSI que representan el 15% es aún desconocida5.
La clasificación tradicional de los pólipos del colon, enfatizando la distinción fundamental entre hiperplásicos (no neoplásicos) y adenomas (neoplásicos) ha cambiado con el reconocimiento de que los pólipos hiperplásicos están caracterizados por alteraciones genéticas clonales idénticas a aquellas encontradas en las neoplasias colorectales, y con la identificación de los adenomas aserrados, un subgrupo de pólipos muy similares a los hiperplásicos que predispone a cáncer colorectal esporádico con inestabilidad microsatélite a través de lo que se ha descrito como la via de la neoplasia aserrada y no por vía de la secuencia clásica de la mayoría de los carcinomas colorectales (Adenoma Carcinoma)4,5 en la cual están involucradas mutaciones en el gen APC (poliposis adenomatosa del colon). La indudable similitud morfológica y funcional de los pólipos hiperplásicos y los adenomas aserrados, es más que un simple problema diagnóstico y sirve como evidencia de una relación citogenética que permite reconocer el potencial maligno de los mismos. El entendimiento de esta familia de pólipos que parece ser constituyen el 15-20 % de todos los pólipos que previamente se consideraban como hiperplásicos, hasta ahora está evolucionando y hay muchos interrogantes acerca de su historia natural6.
Estudios recientes han identificado mutaciones en el encogen BRAF en los pólipos colorectales hiperplásicos, los adenomas aserrados y los carcinomas, en asociación a mutaciones en K-RAS, encontrándose que en los pólipos aserrados estas son mutuamente excluyentes7 Los genes BRAF y K-RAS son protooncogenes que interactúan en la vía de señalización RAS/RAF/MEK/ERK/MAP kinasa, la cual juega un papel importante en el control de la proliferación y diferenciación celular, la sobrevida y la apoptosis8 se ha encontrado que las mutaciones en BRAF y K-RAS son eventos tempranos en el desarrollo de la vía de la neoplasia aserrada pues se presentan según algunos estudios con una frecuencia similar, entre los diferentes tipos de pólipos aserrados, mientras que las alteraciones en la metilación de genes reparadores del daño al ADN se han encontrado en las lesiones cercanas histológicamente del proceso neoplásico, por lo que se consideraría como un evento tardío9 Sin embargo, esta aun por definirse la exacta relación entre estos eventos moleculares, lo cual implicaría la utilización acertada de marcadores moleculares de diagnostico temprano y por ende una definición pronostica mas precisa en la evaluación de casos de difícil diagnostico con repercusión en la conducta clínica y terapéutica10
El presente estudio se realizará en casos de archivo, de tejido fijado en formol y embebido en parafina correspondiente a muestras de pólipos y adenomas colorectales, recolectadas de diferentes instituciones. Previa microdisección manual se separarán las poblaciones celulares de interés, a partir de las cuales se aislará ADN con proteinasa K sin purificación adicional. El análisis mutacional de BRAF y K-RAS se realizara mediante PCR en tiempo real para determinar la frecuencia de las mismas en las muestras de interés diagnostico. Adicionalmente se estudiará por inmunohistoquímica la expresión de MLH1 como marcador de pérdida de estabilidad genómica, y de esta manera poder establecer la correlación entre estos hallazgos moleculares y los tipos histológicos para establecer el posible rol que juegan dichas vías en este tipo de cáncer.
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