Aunque los avances en la química computacional, biología molecular, ingeniería genética, genómica, bioinformática, nanotecnología generaron enormes expectativas de desarrollo en la industria farmacéutica sin la necesidad de explorar la diversidad química natural, actualmente las presiones sociales hacia lo natural y orgánico han estimulado y extendido el reconocimiento e importancia de muchas especies de plantas (tropicales) por sus contenidos enormes y diversos de metabolitos secundarios de usos potenciales en varios campos como la alimentación, medicina, cosmética, industria de agrobiológicos, aceites esenciales, etc. (Borman, 1996; Palacios, 2003). Colombia como varias regiones pobres del mundo dispone de enorme riqueza ancestral en el manejo de problemas de la salud basado en la utilización de plantas medicinales de la biodiversidad, que constituyen el recurso más importante y a veces el único accesible para muchas comunidades. Aunque es difícil disponer de información estadística detallada algunas fuentes de información, permiten conclusiones valiosas que podrían orientar las posibilidades, fluctuaciones y tendencias. De acuerdo a Trade Map (2008), durante el 2006, las importaciones mundiales de plantas medicinales fueron de US $ 1.296.596.000., equivalente a 499.181 toneladas. Los países con mayores importaciones registradas fueron: Estados Unidos, Alemania, Japón y, a nivel latinoamericano, México seguido de Brasil; las importaciones de Colombia en los últimos años no han presentado una variación considerable, y se ubica en el cuarto lugar, con respecto a otros países latinoamericanos. Estudios del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, reportan que, en los últimos seis años se ha pasado de un consumo nacional de 7 millones de dólares en 2002 a 23 millones de dólares en 2007 con cerca de 2500 establecimientos que comercializan productos naturales y cerca de 100 laboratorios dedicados a la producción de estos; además, el sector genera 8.200 empleos en tiendas naturistas, droguerías, centros médicos naturistas y médicos naturistas independientes, y se empieza a implementar en los supermercados secciones destinadas a la venta de estos productos (López, et al, 2009). Las encuestas de mercados nacionales e internacionales de plantas medicinales, aromáticas y condimentarías prevén, además del crecimiento, un mercado importante y altamente competitivo en el que la calidad y consistencia, deberán estar apoyados con esfuerzos fuertes en investigación y desarrollo para proveer innovación y variedad (Agronet, 2008 y CBI Market survey, 2010). Esta perspectiva representa una alternativa importante, aún para los países en desarrollo. El panorama, tanto a nivel mundial como local, demuestra que en la actualidad, debido al perfil cambiante de los consumidores hacia productos saludables y naturales, el sector se encuentra en crecimiento, sobre todo en los mercados internacionales, generando nuevas posibilidades competitivas y de aprovechamiento racional y sostenible de la biodiversidad. Igualmente, en el marco de las estrategias de innovación de productos que se puedan posicionar en estos mercados, nuestra biodiversidad tiene una gran ventaja comparativa, especialmente con estas plantas a las cuales se les puede incrementar el valor agregado, siempre y cuando hayan sido validadas científicamente. Adicionalmente es importante agregar que el desarrollo de estos sistemas de producción con estas especies articula con los sistemas de producción de pequeños productores y con los sistemas de producción orgánica y de comercio justo. Sin embargo, y a pesar de la gran diversidad biológica y cultural de los países latinoamericanos, el desarrollo de la industria alimentaria, cosmética, agrobiológica y fitoterápica, es escaso. Entre las limitantes para la baja utilización de estos recursos se pueden mencionar la poca investigación en la colecta, evaluación y utilización racional de los recursos fitogenéticos, el bajo suministro de semillas de especies con potencial, la difusión insuficiente de la información, la no disponibilidad de volúmenes de materia vegetal en el momento oportuno y con la calidad requerida por parte de las empresas, las tecnologías de transformación no existen, no han sido evaluadas ni adaptadas y no existen normas de calidad y registro que garanticen una producción competitiva con los productos de síntesis y medicamentos de patente; si existen, están restringidas a muy pocas especies en su mayoría introducidas. Para dinamizar y apoyar este enorme potencial sector estratégico, se requiere, además de promover y conocer los mercados potenciales, fortalecer sectores de la investigación como la colecta y caracterización de los recursos genéticos nativos, investigación agrotecnólogica, poscosecha, investigación fitoquímica y en salud. El Grupo de investigación Intersedes de la Universidad Nacional de Colombia, RECURSOS GENÉTICOS DE PLANTAS MEDICINALES, AROMÁTICAS Y CONDIMENTARIAS; COLECCIÓN, EVALUACIÓN, PRODUCCIÓN Y POSCOSECHA ha realizado diversas actividades en varias líneas de investigación durante varios años y con esta propuesta, propone fortalecer las actividades de investigación por medio de la vinculación de profesores de otras áreas del conocimiento, estudiantes de pregrado y especialmente de Maestría y Doctorado. Igualmente, se propone fortalecer y aprovechar las sinergias con miembros del grupo en otras sedes de la Universidad para facilitar la interacción y complementariedad en otros escenarios (ej Agroindustria, Aromáticas en Bogotá, Química Farmacéutica, entre otros) de investigación con el tema de Plantas Medicinales, Aromáticas y Condimentarias.