Al norte de Colombia en el extremo centro – occidental del mar Caribe se localiza la Reserva de la Biósfera Seaflower que cuenta con un área total de 180.000 km², de los que aproximadamente 65.000 km² fueron declarados como Área Marina Protegida en el año 2005. La Reserva se configura como un conjunto de cayos, bancos, islas y atolones que abarcan cerca del 1% del área total, mientras que el 99% restante son ricas aguas marinas y costeras. Por su parte, en el Pacífico existe el conocido “Corredor Marino del Pacífico Este Tropical”, que comprende aguas de Panamá, Costa Rica, Colombia y Ecuador, y abarca alrededor de 2.000.000 km²; el corredor está conformado por las islas de Cocos, Malpelo y Gorgona, al igual que por el archipiélago de Galápagos que ha sido catalogado como un sistema de aguas someras con alto endemismo (CMAR, 2015, Coralina, 2012). Cada uno de las regiones oceánico-costeros descritas, posee una dinámica propia que ha sido poco estudiada considerando que ellas configuran una unidad con particularidades dinámicas mutuamente moduladas. Los patrones dinámicos, es decir de corrientes oceánicas, se les han atribuido desde la década de los 80’s un importante impacto sobre la distribución y abundancia de organismos marinos pelágicos y en general sobre las poblaciones que componen los ecosistemas adscritos a ellos (. Los patrones de dispersión o distribución de organismos, pueden estar asociados con la conexión dinámica entre dos o más regiones, es decir, con el flujo de material, de nutrientes, sedimentos, contaminantes u organismos individuales en estado larval entre dos puntos del dominio. Organismos como los peces, crustáceos, esponjas, corales, entre otros, liberan grandes cantidades de huevos en el océano abierto y se caracterizan porque a lo largo de su juventud poseen una etapa larval que puede variar desde unas cuantas horas hasta meses. Durante ésta etapa las especies son susceptibles a ser transportadas por las corrientes, el oleaje, y los vórtices, distancias que oscilan desde unos pocos metros hasta miles de kilómetros. Considerando las dos unidades presentes en aguas del Pacífico y Caribe colombiano (Corredor del Pacífico este tropical y Reserva Seaflower), y la importancia de su entendimiento integral (dinámico y biológico) para el correcto manejo y control por parte de las autoridades/entidades con jurisdicción sobre ellas. Se espera caracterizar los patrones espacio temporales de conectividad e identificar la influencia de la variabilidad de la dinámica oceánica sobre la distribución poblacional de especies que en algún momento de su ciclo de vida posea boyancia neutra. La aproximación metodológica, incluye el análisis de información satelital, de reanálisis, inventarios biológicos, sucesiones genéticas y la implementación de un modelo numérico oceánico de alta resolución espacial con capacidad de acoplamiento de modelos biológicos del tipo IBM (Individual based model), con el propósito de entender la dinámica oceánica y biológica acoplada en la unidad de análisis, bajo condiciones de forzamiento oceánico/atmosférico climatológico y de tiempo variable. Los resultados del análisis de estas regiones como unidad (dinámica/biológica) brindarán elementos que enriquezcan el entendimiento de: (i) áreas y corredores clave de conectividad (ii) vulnerabilidad de hábitats y nichos, y (iii) factores clave a considerar para la conservación de especies; y que finalmente conduzcan al adecuado manejo y gestión del territorio, al igual que al diseño de figuras de protección (áreas marinas protegidas, parques nacionales, unidades de manejo especial, etc).