Existen conceptos y numerosos métodos en el campo del diseño y desarrollo de producto con énfasis en los factores ambientales o con énfasis en los factores humanos, pero hasta donde se ha revisado la literatura, no se encuentran métodos que contemplen ambos factores de manera paralela. De acuerdo con lo anterior, los productos desarrollados bajo énfasis en factores humanos resuelven necesidades específicas de las personas desde aspectos como: las emociones, la experiencia, la cultura, la inclusión, la participación y la facilidad de uso. Por otro lado, productos desarrollados bajo un enfoque ambiental enfrentan problemas como: la producción limpia, el efecto rebote (paradoja de Jevons), la reducción de desperdicios, el diseño para el reuso, el diseño restaurativo y ambientalmente amigable, la bioimitación, entre otros.
Ambos enfoques resuelven problemas de manera parcial. Los problemas resueltos desde el factor humano no contemplan aspectos como: recambio de piezas, uso de materiales reciclables o reutilizables, menor uso de energía o uso eficiente de la energía humana, mientras que los problemas resueltos desde el factor ambiental no incluyen aspectos como: la universalidad del uso, la facilidad de uso, la compatibilidad antropométrica o cognitiva, entre otros.
Esta separación justifica la creación de un modelo Ergoecológico que incluya ambas aproximaciones. La creación de este modelo requerirá de un análisis riguroso de métodos desde cada una de las perspectivas, así como también la evaluación de su desempeño, a la luz de un proceso de desarrollo de producto. Dicha evaluación se propone en un contexto agroindustrial, especificamente en la cosecha de rosas ya que es una actividad que requiere la comprensión y el tratamiento simultáneo desde ambos énfasis (humano y ambiental).
Para lograr el objetivo se plantean las siguientes Fases de desarrollo. Construcción de marco teórico y conceptual; Contextualización de caso de estudio; validación de los modelos para cada familia; selección de
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