Tumaco es una ciudad que ha afrontado múltiples problemas de salubridad, vulnerabilidad ante desastres naturales, medio ambientales, de orden público, demográficos, de desempleo, incremento de cultivos ilícitos, narcotráfico, entre otros, que hacen que constantemente se haga referencia en los medios al hecho de que para los tumaqueños el Estado les ha dado la espalda.
En este proyecto de investigación-creación queremos reflexionar sobre los escenarios, las formas materiales y simbólicas en las cuales los tumaqueños se dan la espalda entre ellos mismos.
A pesar de que han alcanzado esquemas de organización social ejemplares como los cabildos indígenas o los Consejos Comunitarios del pacífico Sur, los tumaqueños no confían en ellos mismos, incluso en el Plan de Desarrollo 2016-2019 Tumaco nuestra Pazión se habla de un continuo deterioro del tejido comunitario. En dicho documento se atribuye por ejemplo, la crisis ambiental a una falta de conciencia en el valor, uso y cuidado de los recursos naturales, problemas que son en gran parte, reflejo de la desigualdad, de la falta de alternativas, productivas, violencia, cultura de ilegalidad y sobreexplotación (p. 113). Estas problemáticas sin lugar a dudas permean subjetividades y maneras de asumir y naturalizar la precariedad, que no es otra cosa que no entenderse como digno de cuidado (Butler, 2009)
En este proyecto queremos hacer una reflexión desde lo cultural, lo simbólico y lo social en la que los participantes reconozcan las múltiples otredades al interior de su vida cotidiana, para ello es importante repensar las tensiones en torno al conocimiento popular, a lo rural vs. lo urbano, a las ocupaciones tradicionales vs. las aspiraciones en carreras más modernas, al trabajar la tierra vs. trabajar en el sector público como única alternativas, al ser nativo vs. ser desplazads o inmigrante, a a los roles de hombres y mujeres, a los diferentes tipos de alteridades que surgen en eso que denominamos afrocolombianidad. Estos escenarios representan no sólo la oportunidad de que ellos se miren de otra forma sino que nosotros los miremos desde esta experiencia con otros ojos, que nos replanteemos como esta otredad, en nuestro caso, está construida desde unas fuertes relaciones de centro-periferia.
Proponemos trabajar en este proyecto la mirada como categoría múltiple que desde las artes y las ciencias se puede vislumbrar como constructora de nuevas subjetividades y por tanto de nuevas realidades, así como de redes de conocimiento local. Consideramos que la presencia de la Universidad en el territorio puede aportar la inclusión de nuevos discursos en el que dejando de lado el lastre del conflicto empecemos a pensar para dónde vamos y qué es lo que queremos, para lo cual es importante saber quiénes somos y cómo nos vemos. La Universidad puede también enriquecer y diversificar las concepciones alrededor de los espacios en los que se desarrolla la cultura, toda vez que en el Plan de Desarrollo, por ejemplo, se considera que la ciudad no tiene escenarios aptos para las actividades culturales. |