En la actualidad existe un número de tendencias tecnológicas que potencian el cambio de enfoque en las organizaciones, lo que unido a la globalización de la información y la economía, jalonan un cambio que implica lograr mejores eficiencias usando los recursos digitales disponibles, la culturización hacia los instrumentos y las herramientas digitales del personal de la organización. Además, el tránsito hacia nuevas maneras de ejecutar procesos y procedimientos, con ayuda de lo digital, amerita que la organización establezca una unidad estratégica dedicada a apropiar e implantar soluciones de tecnología con sentido y valor para la organización, pero que además lidere la creación de una cultura digital que vaya de la mano con la dinámica del nuevo ecosistema tecnológico. Los líderes de las organizaciones están llamados a afrontar el gran reto del siglo XXI: adaptar y adoptar la transformación digital, cualquiera que sea su sector de actividad, tienen que afrontar nuevos comportamientos de clientes-usuarios-comunidad, nuevas formas de relacionarse con sus stakeholders, multiplicidad de canales de comunicación, la creciente influencia de las redes sociales, nuevos jugadores con desafiantes modelos de negocio, el manejo de grandes volúmenes de datos, el desafío del cambio de la cultura organizacional, entre muchos otros desafíos que trae el nuevo contexto digital. La transformación digital trasciende los conceptos de espacio y tiempo organizacionales, de donde se genera una génesis de desarrollo eco sostenible del conocimiento. Se trata de una renovación completa de la forma en la que la Universidad hace las cosas, de una revisión estructural de los procesos administrativos de la institución para ponerlos al servicio de la academia (gobernanza), con la ayuda de la tecnología; y de la revisión completa de los procesos académicos para ponerlos al servicio de la comunidad universitaria y sus aliados, que son el centro y la esencia de la existencia de la Universidad.