En el cerdo, la inseminación artificial es la práctica más aplicada donde aproximadamente el 80 % de las granjas dedicadas a la producción porcina emplean programas comerciales de inseminación artificial. Es una técnica de gran importancia que permite reducir la trasmisión de enfermedades y acelerar el progreso genético, sustituyendo en un gran porcentaje la monta natural. Para realizar la inseminación artificial, el semen porcino puede ser utilizado fresco o almacenarse refrigerado o congelado. Sin embargo, para su conservación, los diluyentes constituyen un papel fundamental en el mantenimiento de la calidad y la capacidad fecundante de las células espermáticas. De esta manera, se logra preservar la vida útil funcional de las células y se promueve la conservación de las características espermáticas aceptables a bajas temperaturas. En este sentido, diversas investigaciones se han enfocado en mejorar la longevidad de los espermatozoides a través de diferentes composiciones de los diluyentes, dado que los espermatozoides porcinos son altamente susceptibles a las bajas temperaturas, lo cual implica daños celulares por el estrés oxidativo. Esto, sumado al estrés osmótico, químico y térmico presentado durante la conservación, genera alteraciones como la oxidación de lípidos y proteínas, la desnaturalización del ADN, la pérdida de la actividad mitocondrial y de la funcionalidad de la membrana plasmática. Por esta razón, el uso de antioxidantes en los diluyentes, se ha convertido en la principal alternativa para la conservación del semen. Se han realizado investigaciones suplementando los diluyentes para semen porcino con diferentes tipos de antioxidantes, entre ellos, melatonina, cisteína y vitaminas C y E; todo ello, con el interés de evitar los cambios y efectos perjudiciales que suceden durante la conservación espermática. Sin embargo, aún persiste en muchos casos la rápida reducción de las características espermáticas en el transcurso del periodo de conservación del semen, observándose incluso una alta variabilidad en la supervivencia celular según el macho o incluso el eyaculado del cual se origina. Lo anterior, además de comprometer la fertilidad durante la inseminación artificial, conlleva al menor aprovechamiento de los machos al tener que realizar colectas más frecuentes e incluso genera la pérdida de eficiencia productiva y económica. En busca de encontrar una solución a esta problemática, en esta investigación se propone el uso de moléculas alternativas que puedan constituirse en protectoras frente al estrés oxidativo del semen, por lo cual, se plantea como objetivo, evaluar la capacidad de antioxidantes naturales alternativos (Isoespintanol y Carvacrol) para la conservación de semen porcino (Sus scrofa) sometido a refrigeración y a congelación. Para ello, se colectará el semen de cinco cerdos (tres eyaculados por animal) y se diluirá en diluyente BTS suplementado separadamente con 0 (Control), 5, 10, 15, 20, 25 y 30 µM de isoespintanol y carvacrol. Las muestras de semen con ambos antioxidantes serán sometidas a refrigeración por 7 días a 16°C. Para la congelación seminal alícuotas de cada muestra con los antioxidantes, serán suplementadas con 1.5% de pasta Orvus ES y 3% de glicerol, y se congelarán de forma convencional con vapores de nitrógeno líquido. En el semen refrigerado y pos-descongelado se evaluará el estado redox a través de la capacidad antioxidante total (ORAC), y la producción de especies reactivas de oxígeno (H2DCFDA). Se evaluará la calidad seminal a través de la movilidad espermática (CASA), la integridad funcional de membrana (HOST) y la vitalidad (SYBR14/PI). Y se evaluará el metabolismo mitocondrial y del calcio mediante citometría de flujo con las sondas DIOC6/PI y FURA-2. Se ajustarán modelos estadísticos mixtos. Con esta investigación se pretende encontrar moléculas antioxidantes alternativas que permitan potenciar la capacidad de protección del semen porcino sometido a refrigeración y congelación. |