Esta propuesta busca reconocer e identificar las percepciones de inseguridad alimentaria y nutricional, y salud mental de niños y niñas escolares en hogares afectados por el huracán Iota y en medio de la Pandemia del Covid19. Con el fin de favorecer la generación de herramientas y capacidades para el afrontamiento de situaciones adversas, promover el bienestar mental y transformar prácticas alimentarias que contribuyan a la salud de los niños y niñas, y con ello su buen desarrollo físico y mental. Se enmarca a través de experiencias participativas, de reconocimiento de subjetividades, diálogo abierto y de la implementación de instrumentos en contexto. Se pretende fortalecer las capacidades dentro del territorio en los niños y las niñas e impulsar acciones de construcción de lineamiento para política pública. Cuando los territorios y las personas se ven expuestas a hechos traumáticos, a situaciones intempestivas y de cambios abruptos, por distintos acontecimientos, como desastres naturales, accidentes, incendios y violencias, es clave proporcionar acompañamiento social, psicosocial y alimentario, es decir, apoyar el cubrimiento de necesidades para el sostenimiento básico humano, respetando su dignidad, cultura y capacidades (OMS, 2012). Frente a estas situaciones, es común que las personas experimenten la pérdida material de sus viviendas y hogares, ser separados de su familia o su comunidad, ser testigo de violencia, destrucción o muertes. Y aunque las formas de reacción y de afrontamiento son distintas en las personas y las comunidades, hay factores que inciden de manera general en la capacidad de afrontamiento, como por ejemplo: la naturaleza y gravedad del / de los acontecimientos; experiencias previas; apoyo de otras personas en su vida; su salud física y mental; su historia personal y familiar; su cultura y tradiciones y su edad, en ese sentido, los niños y niñas, las personas con discapacidad, las personas mayores suelen ser más susceptibles de vulneración, de violencias, de abandono, de negligencias, por lo que requieren de apoyos adicionales que favorezcan su bienestar, la garantía de su vida, su protección e inclusión social (OMS, 2012). Esta propuesta busca entonces, generar un proceso de acompañamiento en salud mental y de seguridad alimentaria para niños y niñas escolarizados de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que se vieron afectados por el huracán Iota en medio de la Pandemia Covid 19. Con el fin de responder a las necesidades de los niños y niñas frente a la capacidad de afrontamiento a situaciones adversas, es decir, construir con ellos y ellas una cultura de ciudadanía resiliente, por ello adopta una metodología experiencial y participativa, de reconocimiento de subjetividades, de juego y lúdica, de diálogo abierto y de la implementación de instrumentos contextuales (lenguajes, realidades locales, edades). Se llevará a cabo un proceso de un año, en cuatro fases: • Evaluación y valoración de percepción frente a las condiciones de inseguridad alimentaria, así como de percepciones sobre la salud mental que experimentan niños y niñas escolarizados de 7 a 13 años de edad . • Co - construcción de herramientas para favorecer la seguridad alimentaria y nutricional. Así como de herramientas para la promoción de la salud mental de los niños y niñas (experiencias y actividades vivenciales sobre autocuidado y cuidado colectivo, afectividad, habilidades sociales y para la vida, cognición y capacidades creativas, juego y lúdica). • Proceso de intercambio de experiencias: socialización del proceso con la comunidad educativa, del territorio, actividades de apropiación social. • Esta fase se realizará de manera permanente, y consiste en la sistematización de la experiencia de trabajo con los niños y las niñas.