Es una videoinstalación que indaga en las memorias familiares de una artista colombiana, a través de su corporalidad, y desde la experiencia de una fractura ósea como huella orgánica. La imagen audiovisual surge en el presente como la posibilidad de habitar dos tiempos en simultáneo: el tiempo de la productividad y el tiempo contemplativo-ritualizado. Un cuerpo femenino es impactado por distintas temporalidades que generan una fuerza centrípeta. La intermitencia de las memorias familiares se configura como un vertiginoso devenir que necesita un acto de cuidado para encontrar un centro: susurrarle un secreto a un caballo. |