El Déficit cognoscitivo leve (DCM) representa un estado intermedio entre el envejecimiento normal y la demencia. El DCM incluye pacientes con déficit cognitivos que no son lo suficientemente severos para cumplir criterios de demencia. No existen criterios clínicos bien definidos para el diagnóstico. Son reconocidos varios subtipos de DCM basados en los dominios cognitivos que afecten (amnésico, multidominio y no mnésico). Los pacientes con DCM parecen tener un riesgo aumentado de demencia. Las pruebas neuropsicológicas, biomarcadores en LCR, y las neuroimágenes están siendo evaluadas en la actualidad como herramientas predictivas en el riesgo de conversión a demencia. Estos métodos diagnósticos carecen de estandarización y no existe criterio generalizado para su uso en DCM. Los pacientes con quejas cognitivas deberían ser evaluados siempre en busca de causas tratables de demencia. Las evaluaciones de seguimiento de las quejas cognitivas se recomiendan para monitorizar los pacientes con riesgo de progresión a demencia.
No se recomienda el tratamiento de rutina con inhibidores de colinesterasa dado que no poseen evidencia convincente hasta el momento.
Los pacientes con DCM y evidencia clínica y radiológica de patología cerebrovascular deberían ser estudiados y tratados para factores de riesgo vascular, especialmente hipertensión arterial, aunque se ha mostrado que estas estrategias son utiles en la prevención de demencia en la población general más que en personas con DCM.
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