Recientemente el grupo de Cerámicos y Vítreos adquirió una impresora 3D para arcillas. Dicha impresora está bien adecuada para imprimir pastas cerámicas formuladas a partir de materiales naturales (cerámica tradicional), dado que el sistema incluye un cilindro alimentador de aproximadamente 10 cm de diámetro x 20 cm de longitud que alberga aproximadamente 2 kilos de material. El cilindro contiene un émbolo que empuja el material a través de un sistema de mangueras que a su vez alimenta un sistema extrusor que funciona con un tornillo sin fin que empuja el material hacia una boquilla, la cual deposita el material capa por capa en la superficie de acuerdo a un patrón diseñado en un software. Trabajar con cerámica tradicional en esta impresora es perfectamente factible dada la cantidad de pasta necesaria para fabricar piezas con dicha cerámica. Sin embargo, la escala con que se trabaja en cerámica avanzada no permite utilizar la impresora para este tipo de material. El grupo de cerámicos y vítreos trabaja con materiales cerámicos avanzados de altas prestaciones como alúmina, mullita, circona, biomateriales como hidroxiapatita y diferentes fosfatos de calcio, nanopartículas de sílice, entre otros, todos de alta pureza y tamaños muy pequeños y controlados. Producir kilogramos de estos materiales es inviable dados los costos de producción. A pesar de ello y para lograr producir piezas de geometrías controladas y funcionales, la impresión 3D se perfila como una técnica muy promisoria. Por lo anterior, es necesario construir un cabezal extrusor que se adecúe a la impresora y que sirva para imprimir piezas a la escala apropiada para cerámica avanzada.