En el intento de responder al profundo conflicto social y armado por el que ha transitado Colombia durante un poco más de cinco décadas, en el año 2012 se estableció una mesa de diálogo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la insurgencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –las FARC-EP-, con el objetivo de dar lugar, no sólo a la discusión de algunas problemáticas que aquejan a la sociedad Colombiana en su conjunto, sino también a la búsqueda de estrategias viables para el tránsito del fuego biliteral hacia la contienda política y la construcción de paz. Lo que se puede decir respecto a esta coyuntura, se encuentra determinado principalmente por las múltiples posturas políticas e ideológicas de los dos sectores que se disputan la hegemonía del bloque de poder, es decir el sector encabezado por Álvaro Uribe Vélez en oposición al sector que lidera Juan Manuel Santos, atendiendo especialmente al tránsito de la estrategia de guerra contrainsurgente de la Seguridad democrática a la Prosperidad Democrática y a las diversas respuestas al ejercicio de participación política de las clases subalternas a partir de esta combinación entre dos dispositivos específicos, de guerra y de consenso durante el periodo 2010-2014. El pasado y fracasado intento de negociación y solución política a la confrontación armada en San Vicente del Caguán, entorpeció y suturó la búsqueda dialogada de la paz durante dos periodos presidenciales. Es por ello que teniendo como panorama un ambiente de incertidumbre, se hace necesario indagar por las orientaciones y respuestas que surgen desde las clases subalternas armadas y desarmadas, en relación con escenarios autónomos y potenciales que se encuentren en capacidad de darle continuidad al viraje experimentado para el tratamiento de la paz y la guerra con ocasión de la elección del presidente Juan Manuel Santos y el fracaso de la política de rendición del grupo insurgente; principal actor en la negociación de paz ensayada en San Vicente del Caguán y en las presentes discusiones alrededor de la paz en La Habana. Desde la posesión del presidente Juan Manuel Santos se hicieron anuncios de conversaciones que se concretan en el inicio formal de la cuarta negociación de paz con las FARC-EP, siendo desde Octubre de 2012 que se abre formalmente el proceso en la Habana con la presencia de tres delegados internacionales, Venezuela, Noruega y Cuba. La negociación avanza tres puntos de la agenda acordada y se pone en discusión el cuarto punto que hace referencia a la reparación de víctimas, al tiempo que marca el ingreso de un actor principal de la sociedad civil de abajo. Esta investigación tiene como objetivo general analizar las posibilidades de construcción de paz que poseen las clases y grupos subalternos, así como las respuestas y orientaciones que surgen desde éstos en tanto se enfrentan a una práctica de la participación política institucionalmente reducida al voto, al tiempo que, se ponen de cara al aislamiento de los acuerdos pactados en los diálogos de la Habana.