Meditación sobre la muerte es un proyecto de investigación y de creación en el que
indago sobre la muerte como un proceso de transformación, tanto de la materia orgánica,
como de aquello de alguna manera indeterminado que podría llamarse alma o espíritu. El
acto de meditación, me lleva a pensar en el de contemplación de aquella materia en ese
camino de mutación, de un traslado de la vitalidad de un ser vivo a otro que se sirve de
huésped en ese proceso de transformación putrefacción posible regeneración.
Centro mi investigación plástica en la figura del árbol. Seres en apariencia estáticos y
algunas veces casi en estado de suspensión, pero en constante transformación tanto en su
vida como en su muerte. En las estaciones puede ser más evidente que entran en un
estado que emula a la muerte para luego renacer y así, una y otra vez; sin embargo, en
lugares sin estaciones como Colombia, sucede de manera similar: un árbol desnudo
aparenta la suspensión o la muerte, o tal vez un impulso hacia ella, al igual que uno en un
gesto de excesiva inclinación, pero en uno al que le han cortado alguna de sus ramas, de
repente, la vida vuelve a brotar lenta y sutilmente, o de pronto, las hojas vuelven a salir
misteriosamente en uno casi despojado de estas. Así mismo, un árbol es un huésped de
otras vidas, insectos, escarabajos, pájaros, termitas, algunas plantas y animales
parasitarios. El ciclo es perpetuo.
El árbol aquí, es la presencia y representación de un cuerpo y de otros cuerpos que
presentan los mismos ciclos, gestualidades, transformaciones y reminiscencias matéricas.
Sus posiciones, orientaciones, gestos, procesos, partes, pueden tener correspondencias
con lo propio en el cuerpo humano. Así mismo, el árbol se emplaza en el paisaje, vive en
comunión ecosistémica e incluso estética con las demás partes de un determinado
espacio. El paisaje aquí es objeto de contemplación y se convierte en territorio cuando
ingreso en este y dejo huellas, dichas huellas aquí se abordan desde lo plástico, desde esa
manera de aprehender el mundo en la que se accede a otro tipo de conocimiento sobre
dicho paisaje, los árboles, sus huéspedes, sus ciclos y la muerte.
Parto de exploraciones y experimentaciones con materias mayoritariamente naturales o
que lo representen y que remitan a aquellos procesos de muerte; las materialidades
propias de la muerte, bien sea en seres humanos, animales o plantas: tierra en diferentes
composiciones, moho, líquidos en proceso de descomposición, carbón, telas naturales
cercanas a las propias de los sudarios, entre otras. Entendiendo lo propio de dichas
materialidades, sus posibilidades, procedencia y fines, opero con procedimientos en los
que, bajo lo poético, lo metafórico, lo simbólico y lo reflexivo, accedo a dicha meditación
sobre la muerte, justamente no como el fin, sino como parte de un ciclo de
transformaciones, cambios y sentidos.
Mis preguntas, en esa medida de lo meditativo y lo contemplativo en la muerte, son,
sobre todo, preguntas por el alma, el espíritu. Debido a esto es que un mecanismo
tomado de la literatura, el extrañamiento o desfamiliarización, cobra vital importancia en
el sentido de tomar elementos cotidianos y hacerlos extraños a su propia naturaleza por la
descontextalización, posición, acumulación, etc. y así generar en el espectador la
posibilidad de ver las cosas con ojos renovados.
El trabajo con las materias mencionadas previamente, en ejercicios como la
descomposición, la fijación de huellas, rastros y una correspondiente activación-
transformación a través del video, la instalación, la video-instalación y posiblemente lo
performátivo, todo esto alrededor de la figura del árbol, me permiten acercarme por
medio de lo plástico y lo contemplativo a esa meditación sobre la muerte. |