Las enfermedades transmitidas por vector registran más de 1000 millones de casos al año y 1 millón de defunciones en todo el mundo. La transmisión de estas enfermedades depende de factores económicos, medioambientales y sociales, entre los que se destacan el desplazamiento, el comercio, la urbanización no planificada y los problemas medioambientales, como el cambio climático [1].
El chikunguña es una enfermedad transmitida principalmente por el mosquito Aedes aegypti y en menor medida por el Aedes albopictus, . Estos mosquitos son responsables de la transmisión de otras enfermedades tropicales como la fiebre amarilla y el dengue. El Chikunguña , fue hallado por primera vez al sur de Tanzanía en 1952, y se ha expandido rápidamente, llegando a tener presencia en más de 60 países de Asia, África, Europa y las Américas en el 2015 [2].
La enfermedad se caracteriza por fiebre, fuertes dolores articulares, dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas [2]. Los dolores articulares tienen una duración variable que puede llegar a años. Pocos casos han presentado complicaciones a nivel neurológico, cardiaco, ocular o gastrointestinal. Si bien las complicaciones graves no suelen presentarse, la falta tratamiento adecuado puede llevar a la muerte [2].
El principal alimento del mosquito Aedes es la sangre humana [3], por lo cual existe riesgo de contagio permanente para la población en las áreas próximas a lugares de cría de los mosquitos. El número de casos sospechosos reportados en las Américas desde diciembre de 2013 hasta abril de 2015 ascendió a 1.379.788, generando la muerte de 191 pacientes [2]. Lo anterior ha encendido las alarmas de organizaciones sanitarias en todo el mundo, que buscan controlar la epidemia y disminuir el riego sobre la población.
Investigaciones previas han modelado la población de mosquitos Aedes [4], y la epidemia del chikunguña para poblaciones en otros países del mundo [5,6]. En este proyecto se pretende determinar el papel que juegan 13 ciudades principales de Colombia: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Manizales, Montería, Villavicencio, Pasto, Cúcuta, Pereira, Bucaramanga e Ibagué, en la transmisión de la enfermedad, mediante la integración de un modelo matemático basado en ecuaciones diferenciales y un modelo basado en agentes.
La elección de estas ciudades se da con el propósito de verificar cómo el desplazamiento de personas de una región a otra del país, influye en la propagación del chikunguña. Los resultados constituirán un insumo que permita a las autoridades sanitarias, como el Ministerio de Salud y Protección Social, evaluar e implementar medidas de control eficaz, y con esto disminuir el impacto de la enfermedad sobre la población.
[1] Organización Mundial de la Salud. Nota descriptiva N°387. Enfermedades transmitidas por vectores. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs387/es/
[2] Organización Mundial de la Salud. Nota descriptiva N°327. Chikungunya. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs327/es/
[3] Samir Bhatt, PeterW Gething, Oliver J Brady, Jane P Messina, Andrew W Farlow, Catherine L Moyes, John M Drake, John S Brownstein, Anne G Hoen, Osman Sankoh, et al. The global distribution and burden of dengue. Nature, 2013
[4] Marcelo Otero, Nicolás Schweigmann, and Hernán G. Solari. A stochastic spatial dynamical model for aedes aegypti. Bulletin of mathematical biology, 2008.
[5] E. Chikaki and H. Ishikawa. A dengue transmission model in Thailand considering sequential infections with all four serotypes. J Infect Dev Ctries , 3, 711-722, 2009.
[6] Djamila Moulay and Yoann Pigné. A metapopulation model for chikungunya including populations mobility on a large-scale network. Journal of theoretical biology, 318:129139, 2013. |