En las últimas décadas la Orinoquia colombiana ha recibido atención del Estado colombiano por el potencial agroindustrial y de recursos mineros que posee la región. Ese interés ha generado el “desarrollo” de la región con las múltiples aristas positivas y negativas que traen las acciones antrópicas sobre las comunidades humanas y los recursos biológicos y ecosistémicos. En aspectos relacionados con los recursos biológicos esta bien documentado los cambios en el uso del suelo que han recibido extensas áreas de la Orinoquia debido a la deforestación para ampliar la frontera ganadera y agrícola para cultivos como arroz, palma de aceite, soya y, por otro lado la exploración de recursos minero energéticos. Todas esas iniciativas han implicado la ampliación de las vías de acceso a regiones previamente aisladas. Para la construcción de carreteras se requiere en muchas áreas de la Orinoquia la remoción de tierra a los lados de la vía para generar terraplenes que elevan y estabilizan el terreno. Los “huecos” a los lados de la vía generan una dinámica con varias implicaciones para las especies vegetales y animales que existen en la región. Por ejemplo, proveen un recurso hídrico temporal o permanente (aun en la época de sequía), permite la colonización de especies arbóreas que no toleran la inundación durante la época de lluvias, proveen hábitat para muchas especies acuáticas (plantas, anfibios, peces, insectos acuáticos) y se ha sugerido que pueden funcionar como corredores biológicos para especies animales. Por estos atributos son considerados ecosistemas artificiales similares a los humedales y son conocidos como “pozos de préstamo” y localmente como jagüeyes o cachameras. A pesar de los posibles factores positivos que se les atribuyen, no existen estudios que hayan documentado a un nivel rigoroso la biodiversidad que albergan. Este estudio evaluara la biodiversidad y el recambio de especies de plantas e insectos acuáticos en pozos de préstamo ubicados en la Sede Orinoquia y predios aledaños durante la época de sequía y la de lluvias. Además, los pozos a evaluar se encuentran en diferentes estados sucesionales dado que algunos han recibido mantenimiento periódico y siguen activos como pozos de piscicultura, mientras que otros fueron abandonados entre hace ocho y 15 años desde su creación. Este proyecto contribuirá a generar conocimiento acerca de un ecosistema artificial poco estudiado y que posiblemente ampliara su área de extensión en la región en las próximas décadas a medida que el “progreso” y “desarrollo” se consolidan más en la Orinoquia. Para la ejecución de este proyecto se vincularan estudiantes auxiliares y/o pasantes para articular la investigación con la actividad misional de Formación de la Universidad Nacional de Colombia.