La criopreservación es una técnica que busca conservar materiales biológicos por un tiempo indefinido mediante una exposición a bajas temperaturas del mismo, garantizando su viabilidad, sobrevivencia y permitiendo que los procesos biológicos post congelación continúen sin alteración alguna. Hace algunos años se han venido adelantando estudios que buscan reducir el impacto negativo sobre las estructuras celulares que pueda ser ocasionado por los cambios drásticos de la temperatura a los que son sometidas durante los procesos de criopreservacion, ya que producto de esto, los resultados de manipulaciones posteriores a la congelación de los ovocitos no han sido favorables siendo un limitante para su aplicación en los sistemas de producción actuales. La vitrificación descrita inicialmente en embriones por Rall y Fahy (1985) surge como una respuesta a la necesidad de procesos criopreservantes de mayor efectividad y corresponde a una técnica de congelación ultrarrápida basada en el contacto directo entre la solución de vitrificación que contiene los agentes crioprotectores y ovocitos o embriones con el nitrógeno líquido. La definición física de la vitrificación es la solidificación de una solución a baja temperatura sin que esta llegue a cristalizar debido a un enorme incremento de la viscosidad (Fahy, 1986), manteniendo así la distribución molecular e iónica que existía antes de la congelación (Fahy et al., 1984).