El concreto es el material más usado en la industria de la construcción. Su comportamiento frágil hace que las estructuras, ante grandes deformaciones, colapsen súbitamente lo que conlleva a consecuencias catastróficas, incluso pérdida de vidas humanas. Una buena alternativa para disminuir su fragilidad y aumentar la ductilidad es adicionar pequeñas fibras que incrementan su carga residual después de la primera fractura. Las fibras metálicas y sintéticas son las más usadas para reforzar el concreto sin embargo, su producción puede generar altos costos ambientales. La fibras vegetales, por el contrario, son de fácil consecución y requieren muy poca energía para adecuarlas a su uso en el concreto. Además, muchas de ellas, son residuos de procesos agroindustriales de difícil disposición y que requieren de alternativas para su uso, dando valor agregado a su cadena de producción. En este trabajo se busca hacer el estado del arte de las principales fibras vegetales usadas para la fabricación de concretos y sintetizar las modificaciones que puede tener el concreto, adicionado con esta fibras, en cuanto a sus propiedades físicas, mecánicas y durables. |