El 29 de mayo de 1975 efectivos de las fuerzas militares ocuparon el Hospital San Juan de Dios (La Hortua), para poner fin a la toma que adelantaban estudiantes, médicos y docentes, exigiendo el traspaso de este centro hospitalario a la Universidad Nacional. En el operativo fueron detenidas 355 personas entre ellas 40 mujeres, quienes serían trasladadas a las instalaciones del DAS. Aunque el operativo -dirigido por el general Fernando Landazábal Reyes- no constituía en sí mismo un hecho novedoso, buscaba desarticular un acto de protesta universitario que contaba con al menos dos elementos relevantes: por un lado un amplio apoyo del movimiento popular y, por otro, un importante respaldo institucional.
Para ese momento, el movimiento estudiantil había alcanzado un protagonismo importante, que mantendría hasta el año siguiente (1976), para luego declinar en los años posteriores (Archila y Díaz, 2020, p. 55), a medida que se incrementa la represión estatal bajo el gobierno del presidente Julio César Turbay Ayala (1978-1982) y al amparo del llamado Estatuto de Seguridad. Mi interés en esta investigación es analizar la instauración de estas nuevas modalidades represivas como la desaparición forzada (donde resulta emblemático el caso de la egresada de la Universidad de Antioquia, Omaira Montoya), la generalización de las torturas y, ya al despuntar la década de los ochenta, la aparición de grupos paramilitares como el MAS (Muerte a Secuestradores) que, en principio, orientan su accionar criminal contra la comunidad universitaria.
La presente investigación, que aspira ser parte de mi proyecto de investigación durante el año sabático (2025-1 y 2025-2) busca no sólo hacer un inventario de estas nuevas modalidades represivas, sino caracterizar el modelo de represión estatal ejercido por el Estado colombiano contra el estudiantado universitario, en el período de 1975-1984, a partir del concepto de prácticas sociales genocidas desarrollado por el sociólogo argentino (Feierstein, 2007).
Con respecto a la periodización propuesta (1975-1984), he realizado este recorte temporal en tanto enmarca dos hechos significativos para el movimiento estudiantil (la ocupación militar de la Hortua en 1975 y la masacre del 16 de mayo de 1984), los cuales, a su vez, definen cambios cualitativos en las modalidades de ejercicio de la represión por parte del Estado que si bien mantiene rasgos estructurales en relación con el asesinato, la aplicación del estado de sitio y la judicialización a través de los consejos verbales de guerra, despliega contra el estudiantado nuevas formas represivas como la tortura, la desaparición forzada, el aislamiento social y territorial de las universidades públicas, así como el accionar de grupos paraestatales en el caso del naciente MAS (Muerte a Secuestradores).
Esta investigación se sustenta en fuentes escritas (Bibliografía secundaria, prensa escrita, documentos oficiales, comunicados estudiantiles, organizaciones de derechos humanos), así como en fuentes orales (entrevistas a activistas estudiantiles y universitarios/as que cursaron sus carreras en este período). |