La comunicación alternativa y aumentativa (CAA) hace referencia a instrumentos de hardware y software desarrollado para particularidades patológicas que generan al individuo una incapacidad general para interactuar con su entorno. Es usado para sustituir parcial o completamente la capacidad de comunicarse. En conclusión, el objetivo de los sistemas de CAA es incrementar la capacidad de autonomía y la calidad de vida de la persona (Alant & Bornman, 2012). La CAA es un área de estudio única, en ella se trata problemas de comunicación y se analiza posibles soluciones. Las personas no hablantes comprenden una gran cantidad de individuos que lo único común en ellos es la imposibilidad de producir sonidos, esto se da por un gran conjunto de patologías de carácter oncológico, neurológico o por un accidente que provoque un traumatismo en la zona faríngea. La CAA es una técnica que interviene en un gran número de condiciones y patologías para reemplazar o alternar el medio de comunicación de una persona (Lloyd, Quist, & Windsor, 2009). Las causas de que una persona sea no hablante son muy amplias; desde los niños con desordenes de lenguaje, los individuos con patologías severas como parálisis cerebral o personas con lesiones graves (Alant & Bornman, 2012). Los sistemas de CAA se clasifican en dos categorías: Hardware: periféricos físicos como tabletas, teclados y equipos diseñados específicamente para personas no hablantes. Software: conjunto de componentes lógicos que están programados para brindar acceso a personas para sustituir la capacidad de comunicarse. Para evaluar los sistemas de software se hace uso de una medida de calidad. La usabilidad; para 25010:2011 la usabilidad se define como el grado en que un producto o sistema puede ser usado por determinados usuarios para conseguir objetivos específicos con efectividad, eficiencia y satisfacción en un contexto de uso específico (ISO, 2011). Existe una gran cantidad de publicaciones que tratan de abordar el tema de medir y cuantificar la usabilidad, un ejemplo de esto es el estándar ISO 9241-11 que define la usabilidad en términos de eficiencia, eficacia y satisfacción del usuario (ISO, 2009).