El trabajo en la vida de las personas juega un papel fundamental determinando sustancialmente los procesos de salud y enfermedad que viven las personas. De este modo, el trabajo y las condiciones en que este se desarrolla así como las políticas públicas que lo enmarcan en un momento histórico, determinan las condiciones de vida, nutrición-alimentacion, vivienda, educación, reconocimiento social, estilo de vida, ingresos, etc en una población. Del mismo modo, la red que se teje alrededor de las relaciones de poder/saber /gubernamentalidad que se han suscitado en relación con el trabajo a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI manifestadas en las políticas públicas laborales, luchas sociales, formas de división de trabajo, inequidad de género, acceso o no a un trabajo, el trabajo digno, el trabajo informal- formal, el desempleo, el trabajo en el hogar, seguridad social, entre otras, han ido constituyendo modos de pensar, interpretar y actuar la realidad y la vida de las personas en nuestro país, determinando los modos de subjetivación de las personas, los cuales se hacen manifiestos en las formas de vivir, enfermar, y morir de la población.