El síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) es una de las enfermedades con mayores implicaciones económicas para la industria porcina, haciendo parte del conocido ¿complejo respiratorio porcino¿ y ocasionando problemas reproductivos. La enfermedad fue reportada por primera vez en USA en 1987 y en Europa al inicio de los 90s. El virus de PRRS corresponde a un virus envuelto, de cadena simple de RNA de polaridad positiva clasificado en la familia Arteviridae género Arterivirus. Una de las características del virus es que presenta variaciones genéticas, la comparación de los genómas han demostrado diferencias significativas entre las cepas tipo I y las tipo II con una identidad nucleotidica del 63%. En cuanto al tropismo viral, el PRRSV tiene una preferencia in vivo por las células del linaje monocito-macrófago, en particular, por los macrófagos alveolares (PAM) y por los macrófagos intersticiales. Aparentemente, el virus se replica exclusivamente en las células del linaje inmune produciendo inmunosupresión y precipitando el advenimiento de infecciones secundarias. El diagnostico de PRRS se basa en la presencia de los síntomas clínicos, seroconversión, lesiones microscópicas y la demostración de la presencia del genoma viral y los antígenos virales por aislamiento, hibridación in situ y RT-PCR. Adicional a los ensayos serológicos, el diagnostico molecular mas empleado es la RT-PCR, particularmente para muestras que no pueden ser empleadas en cultivo celular como semen y en las muestras en las cuales la infectividad del PRRSV es reducida. En Colombia, la presencia del PRRSV reportó en 1996. Entre 1997 y 2003 se realizaron varios estudios que confirmaron la presencia y actividad del virus. Actualmente, se han realizado aislamientos en diferentes regiones del país y se ha demostrado que filogenéticamente están asociados a cepas de origen Norteamericano. Se ha determinado que algunos virus pueden tener una vía alternativa de transmisión a través de vacuolas de liberación provenientes de células como macrófagos y células dendríticas. Esos compartimentos intracelulares se han denominado endosomas, involucrados en los procesos de endocitosis. Algunas de estas vesículas son recicladas a la superficie de la célula y son denominados cuerpos multivesiculares que a su vez pueden ser liberados como vesículas denominados exosomas. El descubrimiento de los exosomas a llevado a proponer la ¿hipótesis del Caballo de Troya¿, por la cual se plantea que los virus podrían transmitirse entre células a través de estas vesículas evadiendo el sistema inmune, además, podrían emplear esta vía para transmitirse sin necesidad de formar partículas virales completas sino incrustando partes del virión como proteínas y/o acido nucleico. Los exosomas son pequeñas vesículas membranales que pueden ser secretadas y juegan un jugar un papel importante como "mensajeros intercelulares", transfiriendo información o señales entre las células. Más específicamente, se conoce que los exosomas secretados por las APC, y dentro de ellas las células dendríticas (CDs) están implicados en la inducción de respuestas inmunitarias dirigidas contra antígenos. La purificación de los exosomas se hace por diferentes técnicas (ultracentrifugación diferencial) y su caracterización (bioquímica, espectrometría de masas, microscopía electrónica). Su función inmunitaria se asocia a la activación de células T a través de péptidos asociados al CMH-I. Nuestro grupo de investigación ha venido realizando un estudio sobre el comportamiento del virus del PRRS en granjas de tipo intensivo del Valle del Cauca. En el transcurso de los muestreos se han venido tomando periódicamente muestras de calostro. A partir de estas se pretenden realizar pruebas de ultracentrifugación y aislar exosomas para ser caracterizados por microscopía electrónica y determinar la posibilidad de transmisión vertical (madre a hijo) a través de la estrategia de caballo de Troya.