La producción lechera es una actividad muy influyente en la economía del país, estimándose que en 2010, tuvo una participación del 10% en el PIB agropecuario y del 24% en el PIB pecuario, lo cual ha ido en aumento (revistadealimentos. com, 2016). A su vez, el 20% del mercado lácteo está representado en la producción de quesos, con una tendencia creciente entre 2008 y 2013, según reporte de la Superintendencia de Industria y Comercio, lo que presenta una buena perspectiva a largo plazo, para esta industria a nivel nacional y en especial para el departamento de Antioquia por ser uno de los mayores consumidores de queso (Jaramilllo Londoño & Areiza Segura, 2012). Sin embargo, el aumento en la demanda de la producción de queso conlleva a una problemática ambiental y económica, debido a los grandes volúmenes de lactosuero resultante como subproducto de este proceso (90%), el cual es desechado en un alto porcentaje, en aguas y suelos. Este residuo representa un problema debido a su carga orgánica, aumentando la demanda química de oxígeno (DQO) y la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), generando malos olores, muerte de flora y fauna, putrefacción y proliferación de patógenos en los ecosistemas dónde dichas aguas son vertidas (Rodríguez, 2012). La industria quesera ha planteado e implementado algunas estrategias para mitigar el impacto ambiental del lactosuero, aprovechándolo para obtener concentrados de proteínas (Sic & Puj, 2013) o como materia prima para la obtención de otros alimentos, entre otros usos. No obstante, la cantidad de lactosuero que se descarta sigue siendo alta. Con el desarrollo de este proyecto, se pretende biotransformar el lactosuero, en un producto con valor agregado, mediante la fermentación de suero dulce, con gránulos de kéfir, constituidos por un consorcio microbiano de bacterias y levaduras inmersas dentro de un polisacárido llamado kefirano. Algunos de estos microorganismos tienen efectos positivos en salud, entre los que se encuentra su capacidad antimicrobiana, hidrólisis de la lactosa, potenciadores del sistema inmune y posible actividad antioxidante, entre otros, por lo que se han considerado como probióticos (Farnworth, 2006) Con este trabajo, se espera plantear otra alternativa al manejo del lactosuero, utilizándolo como sustrato de fermentación para los microorganismos del gránulo de kefir, obteniendo así bebida láctea para consumo directo o como materia prima para la elaboración de otros alimentos con efectos benéficos para la salud del consumidor, por la presencia de los microorganismos probióticos. El grupo de investigación Estructura, Producción y Aplicación de Biomoléculas (PROBIOM), ha realizado investigaciones con gránulos de kefir utilizando como sustrato jugo de caña, además, se ha determinado actividad antioxidante y antimicrobiana de diferentes extractos microbianos e igualmente, ha realizado investigaciones en biorremediación de aguas; todos estos trabajos han hecho parte de tesis de doctorado, maestría, pregrado y semilleros de investigación, lo que le da un gran bagaje que permite integrar estas temáticas. Se busca con este trabajo, fortalecer la línea de alimentos del grupo de investigación y profundizar en el conocimiento sobre el manejo de los gránulos de kefir en un sustrato diferente a la miel de caña, en este caso el lactosuero dulce.