Durante el primer semestre de 2020 Colombia experimentó una fuerte temporada de sequía, que se agrava a raíz de la aparición de la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2. El efecto combinado de ambas situaciones ha impactado en costos de producción y comercialización de productos. El cultivo de gulupa ha cobrado gran importancia en Colombia y se encuentra en el tercer renglón en las frutas de exportación y de importancia como alternativa para los cultivos ilícitos en el actual escenario de posconflicto. Recientemente se ha descrito a gulupa como una planta evasora del estrés por déficit hídrico de acuerdo con marcadores fisiológicos, bioquímicos y transcripcionales (Lozano-Montaña et al., 2020). Sin embargo, hasta el momento hay un vacío en la información molecular de esta planta; las bases de datos y recursos genómicos son incompletos y frenan procesos de estudio de la planta y mejoramiento genético (Gioppato etal., 2019). Por eso el objetivo de este trabajo es sentar una base a nivel molecular, fisiológico y bioquímico para continuar con investigaciones futuras sobre cultivo que contribuyan a la modificación de protocolos de manejo agronómico, reducción de costos de producción y la generación de plantas más robustas frente al cambio climático. |