El trastorno afectivo bipolar es una patología grave, difícilmente curable y recurrente, con síntomas persistentes por largos periodos de tiempo en la mayoría de los casos. Este tipo de trastorno se considera una enfermedad crónica con una importante repercusión sobre la calidad de vida, que genera altos niveles de discapacidad, y mayor riesgo de mortalidad.
Teniendo en cuenta que el diagnóstico de esta entidad es una tarea fundamentalmente clínica, se han desarrollado múltiples instrumentos para hacer más válido y objetivo el resultado de la evaluación.
Las escalas para manía comienzan a desarrollarse a principios de los años setenta. Las primeras eran extensas y complejas, con tiempos de aplicación prolongados y requerimiento de entrenamiento especial por parte de los evaluadores que las aplicaban. Con el tiempo se han desarrollado herramientas de medición cortas y de más fácil utilización. Adicionalmente se ha ampliado el espectro de síntomas que cubren, pasando de medir solamente síntomas de manía pura o clásica a la inclusión de síntomas descritos en cuadros disfóricos y episodios mixtos.
La escala para manía de la Universidad Nacional (EMUN) incluye tanto síntomas maniformes como de espectro depresivo con el fin de desarrollar un instrumento mas completo e integral para medir este trastorno. La presente investigación asume un concepto kraepeliano del síndrome, dentro del cual los episodios activos de enfermedad tienen síntomas mezclados de cualquiera de las modalidades, maníaca o depresiva, en mayor o menor grado y de manera cambiante en diferentes momentos en el tiempo. Hasta el momento no se han desarrollado instrumentos de medición que evalúen este síndrome desde esta perspectiva conceptual. |